6.000 personas fallecen en España cada año por cáncer de próstata

Unas 6.000 personas mueren en nuestro país cada año a consecuencia del cáncer de próstata, el tipo de cáncer que más afecta a los hombres, y cuya incidencia en España se eleva a más de 35.000 personas anualmente. Según la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, se trata del tipo de cáncer más diagnosticado en nuestro país, detrás del cáncer de colon y recto (más de 40.000 casos). De ahí la importancia que cobra prevenir para evitar el desarrollo de la enfermedad, y poner en valor los tratamientos innovadores que existen hoy para su tratamiento.

Esta enfermedad destaca por el crecimiento lento de las células y, en muchos casos, por la ausencia de síntomas en sus fases más tempranas. Estas circunstancias han que las revisiones periódicas sean de vital importancia para detectarlo precozmente, puesto que en fases avanzadas el pronóstico es mucho más grave.

El doctor Gorka Nagore, oncólogo radioterápico de GenesisCare, insiste en que hay que ser conscientes de la importancia que tienen esas revisiones periódicas para asegurar una buena salud prostática, «y una detección precoz de la enfermedad». Y reitera que la detección temprana «hará posible aplicar un tratamiento más corto y efectivo».

Por tanto, para luchar contra el cáncer de próstata, la primera medida es la revisión, tarea que realiza el urólogo a través de una historia clínica y la exploración pertinente (tacto rectal). Esta prueba facilita que el especialista pueda palpar la glándula prostática, reconocer sus dimensiones y su situación. Este procedimiento incluye, además, la realización de un análisis de sangre que ayude a determinar la cantidad de antígeno prostático específico en sangre (PSA), y una ecografía prostática de control.

Y entre los tratamientos más innovadores con los que cuentan hoy los especialistas, está la radioterapia estereotáctica corporal, SBRT, que puede realizarse en solo cinco días, en función del estadio en el que se encuentre el tumor. Además, como explica el doctor Nagore, se añade un espaciador que protege el recto de la radiación y disminuye, así, la disfunción intestinal, urinaria y sexual. «La próstata es un órgano muy cercano al recto y hasta ahora no existía la posibilidad de que la radiación convencional afectara a una zona tan delicada. Gracias a este espaciador, aumenta la precisión y la eficacia de la SBRT y disminuye la toxicidad en más del 76 % en este órgano», apunta.

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