Una boca sana contribuye al bienestar general

Gozar de una buena salud bucal es muy importante para disfrutar de la vida. Los implantes dentales ayudan a recuperar la salud, confianza y seguridad perdida.

Una boca sana nos permite disfrutar de la vida, pero cuando nuestra salud dental no es buena los problemas se multiplican. La pérdida de piezas dentales genera desconfianza e inseguridad en uno mismo. Puede que pensemos que no seremos capaces de masticar cierta comida, o puede que nos dé vergüenza sonreír por miedo a ser el foco de miradas indiscretas.

Los implantes dentales
En la actualidad, hay solución a este problema. Los implantes dentales están ayudando a muchas personas a recuperar la confianza y seguridad perdidas. Este tratamiento facilita colocar dientes artificiales a raíces de titanio fijadas en el hueso. Se utiliza este material porque es biocompatible, lo cual evita el rechazo y ayuda a su perfecta unión.

Si sufrimos la pérdida de alguna pieza dental, la recomendación es colocarnos un implante. No es una recomendación de poca importancia, pues la boca está diseñada con una cantidad de dientes específica para poder repartir de forma equilibrada el esfuerzo a realizar. Cuando un componente falta, se obliga al resto a un mayor desgaste. Las afecciones pueden ser desplazamiento de piezas dentales o debilitamiento de las mismas.

Para que se produzca la osteointegración, la fusión entre el hueso y un implante, pueden pasar varios meses. Se estima que los colocados en la mandíbula son unos seis meses y los del maxilar superior ocho meses. Esta reacción garantiza el buen funcionamiento de los dientes artificiales y una buena salud bucal. En la mayoría de los casos, de un 95 a un 98 %, esta reacción sucede.

El mantenimiento
Para que los implantes duren mucho tiempo en condiciones óptimas, es necesaria la implicación de los usuarios. No toda responsabilidad del éxito recae en los dentistas. Cuando el portador de implantes es consecuente y responsable, procurará hacer un buen mantenimiento de los mismos.

Para ello, es imprescindible tener unos buenos hábitos de higiene bucal. No es suficiente limpiarse los dientes regularmente con un dentífrico y cepillo de calidad. También es muy necesario buscar formas de tener acceso a lugares donde el cepillo no llega, donde los implantes pueden acumular suciedad. Para ello, los irrigadores bucales son una buena solución, el agua a presión en zonas de difícil acceso garantiza una limpieza eficaz.

Otro consejo para la eficiencia de los implantes es acudir al dentista una vez al año y tener unos hábitos de vida saludables. Las visitas anuales a los especialistas bucales deberían ser la norma para toda persona, pues como hemos mencionado la salud bucal repercute en nuestro bienestar general.

En lo referente a los hábitos de vida saludables, mencionar que el tabaco y el consumo excesivo de alcohol perjudican muy seriamente los implantes, pues evitan mantener limpia la zona de la raíz y no favorece a la osteointegración.

Sobre los implantes pueden colocarse tres tipos de prótesis diferentes. Una de ellas es la removible, comúnmente conocida como dentadura postiza. También está la híbrida, que consiste en una prótesis fija hecha con resina. Y finalmente la rehabilitación total de la dentadura con una prótesis sobre implantes fija de circonio o de metal-porcelana, en este caso son necesarios de seis a ocho implantes por arcada para reconstruir todos los dientes y muelas.

En algunos casos puede que la cantidad de hueso sea menor a la recomendada para la colocación de implantes. Pero hoy en día los avances en ciencia y tecnología permiten estimular la regeneración ósea, lo cual garantiza el éxito de este tratamiento hasta en estos casos más complicados.

Como hemos visto, los implantes contribuyen a una buena salud. También nos permiten recuperar la confianza y seguridad perdidas. Por ello, informarse sobre este tratamiento es muy necesario; conservar la salud bucal es clave para disfrutar de la vida.