Conseguir el mejor tratamiento para cada paciente con cáncer de mama es objetivo prioritario para investigadores y especialistas. Ahora, se publican los resultados de diferentes estudios que arrojan resultados esperanzadores en este sentido gracias a pruebas genómicas.
Una de las principales dificultades en el tratamiento del cáncer de mama es hoy identificar qué personas pueden obtener ventajas de las distintas formas de terapia. Gracias al test genómico MammaPrint los especialistas pueden elegir los tratamientos más exactos para cada paciente.
El test Mamma Print permite a los oncólogos elegir ese tratamiento, al mismo tiempo que pueden ayudar al paciente en la toma de decisiones clínicas de su proceso curativo.
¿Cómo funciona? Analizando 70 genes del tumor, categoriza en alto o bajo el riesgo de recaída. Incluye también un análisis profundo del perfil genético del tumor, por lo que posibilita una predicción más precisa de los posibles beneficios de los tratamientos.
El Journal of Clinical Oncology ha dado a conocer el reciente estudio NSABP B-42. Una investigación que contribuye a clarificar qué grupos de pacientes se ven favorecidos al extender sus tratamientos con terapia endocrina y cuáles no. Según los resultados del estudio, se recomienda un tratamiento prolongado con letrozol para las pacientes con cáncer de mama catalogadas como de Bajo Riesgo por MammaPrint, pero no para aquellas en la categoría de Alto Riesgo o Ultrabajo Riesgo.
Reducir los niveles de estrógenos utilizando letrozol, desacelera el crecimiento de tumores sensibles a las hormonas. Aunque produce efectos secundarios menos graves que la quimioterapia, afecta la calidad de vida de la mujer de manera negativa. Los síntomas pueden asemejarse a los de la menopausia e incluir dolores musculares y articulares, náuseas y osteoporosis, entre otras molestias.
Diversos especialistas afirman que estos tratamientos con hormonas no generan consecuencias secundarias graves, pero sí bastante incómodas y prolongadas. Por lo tanto, recibir esta terapia en el momento más oportuno, será un gran beneficio para la calidad de vida de la paciente.
Tener datos fidedignos sobre qué mujeres pueden eludir este tipo de terapias y cuáles resultan beneficiadas, facilita a los especialistas en oncología brindar tratamientos más exactos, disminuir los efectos tóxicos y administrar de manera eficiente los recursos de salud. No solo implica extender la vida de las pacientes, sino también optimizar la calidad de vida al reducir las terapias superfluas y sus consecuencias negativas.
Pacientes que tenían tumores de Bajo Riesgo en el estudio, experimentaron una mejora notable con la terapia prolongada de letrozol. A lo largo de 10 años, se observó una mejora destacada en la supervivencia sin enfermedad de estas pacientes, con un incremento del 7,8 %, y en el periodo libre de cáncer de mama, que aumentó un 7,0 % en este grupo.
Por otro lado, aquellas pacientes con tumores de alto riesgo no experimentaron un beneficio relevante del tratamiento prolongado, al igual que las pacientes con tumores calificados como de Riesgo Ultrabajo, lo que subraya la importancia de una selección precisa de los pacientes para evitar terapias superfluas y sus consiguientes efectos adversos.
La inclusión de este tipo de herramientas genómicas en la rutina clínica cotidiana modifica la forma en que se enfoca el abordaje del cáncer de mama.
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