Sombras… nada más

 

 

Quedo a solas con un verso.
La mitad del cuerpo dormido
por el invisible aire frío
que me abraza.
En la otra mitad
quedan los silencios
y una música.

Cuando la vida te regala caricias
y momentos que no se pueden olvidar,
es doble vida,
por el calor de una chimenea
que ayuda a recordar.

Lo pasado es un hueso de aceituna.
El aceite dentro de la sangre hirviendo
que se deja observar.

Regálame tus día,
21 y
déjame poner una vela
que duerma junto a mí
un día después.
Nada más.

La pared blanca
se ha cubierto de sombras,
y el perfil de cada una
es un alma nueva
que me invita a soñar.

La vida sueña a mi alrededor.
Soy yo quien se deja
al sonreír
una parte de la mía,
bailando junto a ella,
y sin temor.

 

losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es

 

  • Artista polifacético dedicado a la poesía desde que era niño y a la pintura. Él mismo recuerda “aquel diario con llave de tapa roja que escribía y guardaba cada noche en una caja de vinos, a la edad de 6 años. Me enamoré sin querer de aquel papel en blanco y más cuando lo llenaba con mis pensamientos. Ver aparecer las palabras con la tinta de un bolígrafo: era emocionante. Luego, como en todas las vidas, empezaron a pasarme cosas. La tristeza y la alegría empezaron a salir de mí a cada momento como guiadas por un río invisible, y no podía parar. Y del poco a poco, al hoy”.

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