La estenosis de canal lumbar aparece cuando se estrecha el canal medular por donde pasan la medula espinal y las raíces nerviosas que van a la extremidades inferiores. Puede producirse en uno o más niveles lumbares, aunque lo más frecuente es que afecte al espacio entre las vértebras L4 y L5.
Este estrechamiento puede producirse a cualquier edad y por diferentes motivos: neoplásico, traumático o degenerativo, siendo este último el más frecuente. A partir de los 30 años tanto las vértebras como los discos intervertebrales empiezan a desgastarse por lo que lo más habitual es que la estenosis de canal aparezca a medida que cumplimos años, sobre todo a partir de los 50, cuando es más frecuente el engrosamiento de las articulaciones por la artrosis.
La degeneración puede ir lenta o avanzar de manera rápida dependiendo del origen de la estenosis y de la genética de cada persona. Los síntomas que el paciente siente se deben a la compresión de los nervios, a la inflamación o a la suma de ambas.
Es habitual que la estenosis de canal aparezca en personas que también sufren hernias discales o deformidades en la columna. La estenosis de canal también puede producirse en las vértebras cervicales y en este caso las molestias se sentirán en las extremidades superiores e inferiores, ya que la compresión a este nivel será de la medula espinal, siendo más grave su pronóstico.
Además de valorar los síntomas que manifiesta el paciente, lo habitual es realizar una radiografía o una Eos, una prueba con la que en Instituto Clavel detectamos numerosas patologías, y que suele complementarse con una resonancia magnética o un escáner.
En primer lugar, el tratamiento conservador, es decir fármacos y fisioterapia o rehabilitación sobre todo mediante ejercicios de fortalecimiento y flexibilidad. Cuando este no es suficiente se plantea el tratamiento enfocados a paliar el dolor y suele consistir en la realización de infiltraciones. En el caso de que el paciente sufra una fuerte lumbalgia el tratamiento puede ser radiofrecuencia o infiltración epidural.
Cuando estos tratamientos no son suficientes se plantea la cirugía que tiene como objetivo principal descomprimir la medula espinal o las raíces nerviosas, lo que el paciente tenga afectado. Se utilizan dos tipos de técnica la descompresión o la descompresión y estabilización.
Cuando la estenosis coincide con otras patologías y la descompresión que se practica tiene que ser muy agresiva, dará origen a la desestabilización y será necesario aplicar también técnicas de fusión.
En Instituto Clavel recomendamos siempre y en primer lugar la prevención como para cualquier otra patología. En caso de sentir síntomas, visitar al especialista para poder abordar el problema cuanto antes. Si es necesaria la cirugía siempre practicaremos la menos invasiva posible para el paciente.
Dr. Ignasi Catalá.
Neurocirujano y subdirector del Instituto Clavel.
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