Psicobióticos y estrés: ¿Cómo pueden ayudar a la salud mental?

probioticos

¿Cuál es el papel de los psicobióticos en el manejo del estrés? Parece haberse demostrado que algunos psicobióticos poseen capacidad para regular la respuesta del organismo al estrés.

 

Los psicobióticos representan un nuevo grupo de probióticos bacterianos que, en cantidades adecuadas, ofrecen beneficios para distintos aspectos de la salud mental. Su creciente aplicación responde a la necesidad de alternativas naturales en el tratamiento del estrés.

Y en ellos se ha centrado el psimposio que, organizado por Farmasierra, tuvo lugar en el XVI Congreso de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos, SEMiPyP, donde se analizó su papel frente al estrés y otras enfermedades.

Estudios recientes han demostrado que ciertas cepas, como Bifidobacterium longum 1714™, pueden reducir la producción de cortisol y la ansiedad en situaciones de estrés. Se trata del primer probiótico evaluado clínicamente como cepa individual para el bienestar mental que, además, mejora la memoria y la fatiga mental en adultos sanos.

Asimismo, ensayos clínicos han evidenciado que otras especies de psicobióticos pueden modular diversos aspectos de la respuesta al estrés y aliviar síntomas digestivos asociados. En este sentido, las cepas de Lactobacillus y Bifidobacterium han mostrado una mayor evidencia científica en la regulación de síntomas emocionales, ansiedad y depresión.

Algunos probióticos específicos han demostrado su eficacia en la reducción de síntomas depresivos y en la mejora de la calidad de vida de pacientes con Síndrome del Intestino Irritable (SII). Sin embargo, la aplicación clínica de los psicobióticos en gastroenterología aún enfrenta desafíos.

microbiota

Microbiota y salud mental

La microbiota intestinal, en conjunto con los sistemas neuroendocrino e inmunológico entéricos, desempeña un papel clave en la regulación de la actividad fisiológica del aparato digestivo. Además de intervenir en la digestión, el metabolismo y la defensa frente a patógenos, su equilibrio es esencial para prevenir procesos inflamatorios crónicos y enfermedades degenerativas.

El estrés se produce cuando la homeostasis del organismo se ve alterada, y la microbiota cumple una función crucial en la regulación de la respuesta a esta condición mediante el eje intestino-cerebro. Este mecanismo actúa a través de la producción de metabolitos como los ácidos grasos de cadena corta, neurotransmisores como la serotonina y la modulación de hormonas del estrés como el cortisol.

Diversas investigaciones han asociado la alteración de la microbiota intestinal con trastornos mentales, en particular la ansiedad, la depresión y otros padecimientos relacionados con el estrés. Por ello, mantener una microbiota equilibrada mediante una dieta rica en fibra, prebióticos y probióticos contribuye a mejorar la salud digestiva y reducir la vulnerabilidad al estrés.  Los expertos aseguran que el consumo dealimentos fermentados como yogur, kéfir y chucrut, junto con una ingesta adecuada de fibra, favorece la salud intestinal, reduce la inflamación y modula la respuesta inmune, promoviendo el bienestar emocional a través del eje intestino-cerebro.

Por otro lado, estudios recientes han equiparado la efectividad del ejercicio físico con la de los antidepresivos en el tratamiento de la depresión moderada. Asimismo, la dieta mediterránea ha demostrado beneficios en la salud mental, por lo que la estrategia de manejo del estrés con psicobióticos debe complementarse con hábitos saludables.

 

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