Niebla al sol guiña sus ojillos de miel
acomodada en su saquito blanco,
luciendo el brillo dorado de su piel,
guardando fuerzas a tus saltos lunanco.
Adivinas el pensamiento con mirar.
Tan mayor, tan guapa
y tan llena de luz.
Niebla.Verdad,
tu corazón apaga el frío,
amiga mía,
solo te falta hablar.
Te he visto sonreír y también llorar,
y salir corriendo en busca de chuches
con tanta alegría que contagiabas.
Hay un dibujo de ti en nuestra pared.
Tu amistad a cada paso.
Dejas huella.
No encuentro palabras al describirte
y escribirte es mirarte y sentirte,
mientras te veo tumbada en ese sol
con quien compartes, sin duda, su estrella.