Los mayores de 80 años del pueblo madrileño de Aldea del Fresno han recibido un merecido y cálido homenaje a través del proyecto audiovisual La abuela, de Flores para Tristia.
Cristian Araque y Diego del Fresno son dos jóvenes de Aldea del Fresno, miembros del grupo Flores para Tristia, que une música y poesía desde hace ya diez años, y que son los responsables de este proyecto audiovisual que rinde homenaje a los mayores de 80 años de la localidad madrileña de Aldea del Fresno. Todo empezó con la canción que Diego le escribe a su abuela, y «después de pensar en cómo podríamos poner imágenes a esa canción, decidimos que lo mejor era hacer un homenaje a toda su generación, a toda esa generación de abuelos y abuelas».

El responsable de esa canción confiesa que desde su juventud (ahora tiene 31 años) ve a la generación a la que homenajean (80 años) con mucho cariño, mucho respeto y con mucha admiración. Sentimientos que, a medida que pasa el tiempo, se intensifican porque «creo que la edad, además de experiencia, nos llena de conocimiento y ese conocimiento le pertenece a cada uno, porque cada uno tiene un conocimiento del mundo, de la vida, del ser humano que es único y que merece la pena ser escuchado y descubierto», afirma.
Este homenaje a los mayores de 80 años de Aldea del Fresno se ha convertido en un homenaje a toda una generación, a esa generación de abuelos que han supuesto una pieza clave en la vida de sus nietos. «Para nuestra generación ha sido un privilegio tener a nuestros abuelos cerca. A veces era inevitable, por necesidad. En mi caso, mis padres se iban muy pronto por la mañana, volvían muy tarde y eran ellos, mis abuelos maternos quienes iban a buscarme al colegio, me daban de merendar, los que me llevaban al parque.. He crecido con ellos. Y ellos son el paraíso de mi infancia«, confiesa Diego del Fresno.
Para llevar a cabo este proyecto audiovisual, Flores para Tristia ha realizado 20 entrevistas personales a 20 mayores de 80 años de la localidad madrileña. 20 vidas que sirven de herramienta para reconocer la labor y el papel de esta generación que, como reconoce del Fresno, «está en peligro de extinción. Su mundo que es un mundo físico, real, natural, un mundo orgánico, está dejando paso a un mundo digital, virtual, artificial. Creo que estamos inmersos en un cambio de paradigma y que mi generación es la generación de la grieta», esa que ha nacido entre estos dos mundos.