Las cuatro fases del poder personal

¿Deseas hacer algún cambio en tu vida? ¿Te da pereza, angustia, ansiedad o incluso miedo llevarlo a cabo? ¿Cómo te percibes a ti mismo? ¿Te dices que eres perfeccionista, hipersensible, demasiado analítico o propenso a ayudar a los otros, olvidándote de ti? ¿Qué tipo de excusas te pones para evitar el cambio? Desde el Coaching te propongo conectar con tu poder personal para lograrlo.

 

Desde hace algunas semanas estoy siguiendo un curso para avanzar en mi negocio digital. Como emprendedora, estoy asumiendo nuevos conceptos y, sobre todo, aprendiendo herramientas para llevarlo a efecto.

No obstante, desde hace dos semanas notaba un cierto bloqueo en mi motivación, que amenazaba con rebajar mi ilusión por el emprendimiento.

Sin ganas de estudiar, había empezado a poner excusas sobre el trabajo para no confrontar lo que me estaba ocurriendo.

En unos días, ayudada por dos de mis personas favoritas, he logrado identificar dónde estaba el lastre que iba en contra de mi motivación: el estrés. Debido a la autoexigencia, había empezado a organizar agendas imposibles, con horas y horas frente a la pantalla del ordenador, sin darme tiempo para otras cosas.

“Hacer cambios en tu vida, entre otras muchas cosas, da miedo”, dice Raquel Rus, terapeuta de Pareja experta en Eneagrama; “aunque si no los haces estás eligiendo vivir con todo esto: menor autoestima, escaso cuidado personal, poca seguridad y relaciones menos honestas e íntimas”.

Dice esta experta que todo ello conlleva consecuencias físicas en forma de ansiedad y de diversas enfermedades, “así que es normal que una parte de ti quiera cambiar y otra quedarse como está”.

Para esta experta en Eneagrama, las excusas que te pones pueden variar, a tenor del eneatipo predominante:

• Soy muy perfeccionista y no puedo relajarme o todo saldrá mal.
• Soy de ayudar a todo el mundo y a veces me olvido de mí.
• Soy de engancharme a objetivos hasta lograrlos.
• Soy especial, hipersensible, diferente.
• Soy de analizar, de necesitar mi soledad y las relaciones me cuestan.
• Soy tendente a la ansiedad, a prever todo lo que puede pasar.
• Soy de hacer muchos planes, multitarea, de no parar.
• Soy fuerte, me cargo con todo con tal de no aceptar ayuda.
• Soy adaptable, prefiero eso a los conflictos, sin dudar.

“Creer que eres así y que no puedes hacer nada para modificarlo es una forma de no enfrentarte al miedo que puede darte lo que encontrarás si miras dentro de ti”, dice Raquel Rus.

“Por supuesto que vas a encontrar aspectos de ti que no te van a gustar, que no deseas ver y que rechazarás de manera inmediata, aunque también verás muchas luces, potencialidades y la mejor manera de conectar contigo, si miras dentro de ti”, dice Raquel Rus.

Limpiar para conectar

Este mirar hacia adentro supone una limpieza interior que te llevará a conectar con tu poder personal.

Tal es la afirmación de la coach de Vida África Martín, que, siguiendo a la escritora Caroline Myss, sostiene que dicha conexión conlleva las fases de revolución, involución, narcisismo y evolución.

• Fase de revolución. Cuando te atreves a salir del pensamiento de tu tribu o círculo más cercano para pensar por ti mismo. En esta fase cuestionas creencias heredadas que, aunque bienintencionadas, no parecen tener que ver nada contigo. “A lo largo de la vida pasamos varias veces por la fase de revolución”.
• Fase de involución. Cada vez que aprendes o vives algo nuevo, te preguntas qué es lo que crees acerca de ello. Y es que necesitas posicionarte ante eso desde quien eres y cómo eres.
• Fase de narcisismo. Tras el periodo de involución, una vez encontrada la fuerza interior para ser tú mismo, empiezas a priorizarte y a mirarte. Modificas tu peinado, tu estilo de vida, tu profesión e incluso descartas algunas amistades; “se trata de cambios relevantes que hablan de una modificación interna de paradigma, lo cual es positivo y te prepara para la siguiente fase.
• Fase de evolución. Al permitirte ser tú mismo, en esta fase se da la experimentación del desarrollo, “te liberas de cadenas para ser lo que tu alma anhela, lo que eres en esencia”.

 

África Martín te propone pensar y escribir para responder a siete preguntas que te ayudarán a identificar en cuál de las cuatro fases te encuentras:

• ¿Has hecho las paces con tu familia de origen? ¿Eres capaz de sostener relaciones armoniosas con quienes convives hoy?
• En tus relaciones, ¿respetas tus valores y principios? ¿Tienes tu propio código de honor?
• Para tus decisiones importantes, ¿te dejas guiar por tu intuición? ¿Aceptas y valoras lo que ya eres en este momento o miras lo que te falta?
• ¿Te tratas con amor y compasión? ¿Te has perdonado a ti y a los demás cualquier daño que, consciente o inconscientemente, te hayan causado?
• ¿Eres sincero contigo o te autoengañas con justificaciones? ¿Juzgas constantemente lo que haces y lo que hacen los demás?
• ¿Practicas la autorreflexión para obtener sabiduría?, ¿Evalúas tu forma de vida y de pensamiento?
• ¿Eres capaz de vivir en el presente de forma plena y sentirte conectado a la vida? ¿Sabes contemplar el mundo en el que vives desde perspectivas más allá de lo visible?

“Dedica un rato a estas reflexiones al término del día o durante el fin de semana”, propone África Martín; “verás cómo tu vida crece en calidad, puesto que tú lo harás en autoconocimiento y, por tanto, en coherencia personal”.

Si has llegado hasta aquí, te cuento algo más sobre mi bloqueo. Te decía que la autoexigencia me llevó a organizar calendarios irreales, de tal modo que mi creatividad se veía limitada, por lo que mis textos, que habitualmente fluían con rapidez, iban a trompicones.

Sin embargo, lo que he hecho ha sido parar, observar y darme cuenta de dónde estaba mi poder personal y de cuáles estaban siendo mis pretextos para seguir avanzando.

He identificado que mi perfil, en este particular caso, es el de ir despacio, aprendiendo y tomando consciencia de todo este gran proceso de emprendimiento.

¡Feliz Identificación de tu Poder Personal! ¡Feliz Coaching!