La miel abierta

 

Toques en el pecho
de ciertas escaleras,
con muescas
en los bordes de sus peldaños.

Una sensación.
La sensación de los tallos que se estiran
(como huesos bajo la piel
de los que sueñan…)
dulce dolor,
para hacerse largos,
todas y cada una
de todas las primaveras.

La vez última
siempre parece la vez primera.

Podría marchar en este preciso instante
y hacerme de nada,
dándome las gracias.

Pero pueden más las pequeñas cosas
que la verdad de mis ingenuas palabras.

Una vez me hice largo
peleando con enormes olas
al escuchar unas voces
que se agarraron
a la punta de mis brazos,
y que dejaron a mi cuerpo casi,
casi sin respiración.

Una vez salí medio helado de un río,
por escuchar los latidos en ladridos de un perro
que se ahogaba en un rincón.

Una vez,
y otra más…
Las veces de sus momentos
no son más que con el tiempo
cierta ilusión.
Me quedo con la miel en cucharadas,
y con lo dulce
hasta que llega a mi corazón.

Miel abierta y con paradas,
hasta que sólo escucho una voz.

Lo tremendo del viaje,
no es el viaje.

Es la pasión.

http://losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es/

 

Etiquetas
Noticias relacionadas