Si eres padre, madre, abuelo o abuela, puedes ser un referente de primer orden para niños y adolescentes en materia de sexualidad. En este tema, en el que no puedes dar nada por sentado, la primera clave es la comunicación con ellos, sin menoscabo de que, como adultos, actualicemos nuestra formación en sexualidad. El reto es aprender a conectar, para acompañar a los más jóvenes en una de las facetas más importantes de sus vidas.

 

“Cuando como padres queremos hablar de sexualidad con nuestros hijos, el coche puede ser un buen plan, pues no pueden ir a otro lugar”, dice, con una sonrisa, Alejandro Villena, psicólogo, sexólogo y coordinador técnico de Hablemos de Sexualidad, proyecto del Colegio de Psicología de Madrid (COPM).

“Se trata de una iniciativa de impacto social que programará en los próximos meses jornadas, debates y mesas redondas en las que intervendrán expertos, asociaciones y colectivos relacionados con el tema de la sexualidad”, dice Villena; “El objetivo consiste en ofrecer soluciones para empezarnos a relacionar sexualmente desde la empatía, el respeto, el vínculo y el cuidado”.

Detrás está una auténtica espada de Damocles, las estadísticas, que desvelan datos tan preocupantes como que el primer contacto con material pornográfico se da entre los 9 y los 11 años de edad, que se cree que entre el 10% y el 20% de la población española ha sufrido algún tipo de abuso sexual durante su infancia o el dato de que durante 2022 en torno a 20.000 adolescentes y jóvenes españoles contrajeron algún tipo de ETS (enfermedad de transmisión sexual).

 

Afectividad como prevención

El propio Villena dice que “la educación afectivo-sexual puede prevenir situaciones problemáticas a las que nos enfrentamos en materia de sexualidad”.

Como ejemplo, la pornografía; “son numerosos los estudios que asocian el aumento de su consumo a comportamientos abusivos en la pareja, al incremento del sexismo y de los estereotipos de género, a una mayor probabilidad de ejecutar y recibir violencia, a mayores niveles de psicopatología, al menor uso del preservativo y de conductas de riesgo en las relaciones sexuales”.

Otra de las lacras sociales es el abuso infantil: se sabe que el 80% de este tipo de agresiones ocurren en el ámbito familiar o del hogar. Las personas que lo sufren presentan un riesgo de suicidio 30 veces mayor que aquellas que no y la probabilidad de volver a ser víctima de abuso es de 16 veces más.

¿Qué podemos hacer para frenar y revertir la situación? Lluna Porta, docente y madre de dos hijos adolescentes, dice que “esta generación tenemos el reto de educar en sexualidad, a pesar de que nosotros no hayamos recibido formación alguna”; “la prevención empieza en casa, pues hay que preguntar a nuestros hijos, sean niños o adolescentes, qué hacen en el colegio, a qué juegan con sus amigos”.

Para esta experta, que ha participado en el acto de presentación del proyecto del COPM, “quien más, quien menos, con los hijos usamos el modo helicóptero, mediante la vigilancia y el intento de control, protegiéndoles de lo exterior”.

“Sin embargo, nos olvidamos de protegerlos online, permitiendo que se expongan ante gente desconocida y sin saber quiénes son sus referentes, youtubers, influencers e incluso los actores porno”, dice Porta; “la Red permite un acceso constante y permanente a la pornografía, produciendo el efecto de caramelo de cocaína ilimitado”.

“Somos el mejor control parental que existe”, dice Lluna Porta, que recomienda hablar con los hijos del consentimiento, de la posibilidad de negarse a dar lo que se les pide o de decir por su nombre las partes íntimas del cuerpo, sin diminutivos.

La abogada penalista Candela Gómez revivió su situación de abuso sexual en la infancia tras ser madre por primera vez. Actualmente ofrece charlas en centros educativos y divulga en redes sociales (@somostuvoz.ayuda) las herramientas para proteger a los menores de los abusos sexuales.

 

Candela Gómez propone las siguientes recomendaciones:

  • A los niños hay que hacerles entender que su cuerpo les pertenece.
  • Es preciso que sepan que las partes íntimas no se tocan.
  • Que los abusos pueden provenir del entorno familiar.
  • Las partes íntimas se dicen por sus nombres, tal cual.
  • Que hay secretos buenos, aquellos que nos hacen sentir bien y malos, que provocan dolor de tripa y ganas de salir corriendo.
  • A los niños hay que enseñarles a decir “no quiero”.
  • No hay que obligarles a dar un beso; “la buena educación consiste en saludar, no en besar a nadie; si los obligamos, perderán autonomía”.

“Actualmente tenemos mayor libertad sexual, aunque también son importantes la responsabilidad y la afectividad sana”, dice Alejandro Villena, que propone el siguiente decálogo, con las claves para la educación afectivo-sexual en la familia:

  • Hablar sin vergüenza ni prejuicios. Evitar hacer del sexo un tabú.
  • Llamar a las cosas por su nombre.
  • Establecer una comunicación sana y fluida en este ámbito.
  • Vincular la sexualidad a las emociones y los afectos.
  • Dar herramientas de prevención para posibles situaciones adversas.
  • Enseñar a pedir ayuda y a decir que no ante situaciones de riesgo.
  • Informar de las diferentes dimensiones de la sexualidad y cómo cuidarlas.
  • Enseñar a respetar a la otra persona desde la empatía y la responsabilidad afectivas.
  • Darle un enfoque positivo a la sexualidad.
  • Ser ejemplo ante los menores.

Desde el Coaching, me permito añadir algún punto más; por ejemplo, la formación continua (sí, como suena) en materia sexual, para poder acompañar a hijos y, dado el caso, también a los nietos.

Dicen en el COPM que el 50% de los adolescentes y jóvenes nunca han hablado de sexualidad con sus familias. El 77% tampoco lo ha hecho acerca de la pornografía (“prostitución filmada”, como dice Lluna Porta) y sólo el 10% de los jóvenes españoles se muestran satisfechos con la educación sexual recibida.

Un apunte más: si eres abuelo o abuela, te invito a que aproveches la conexión que tienes con tus nietos y nietas para hablarles de sexo. Es preciso cuidar la formación, actualizarla y, sobre todo, establecer un diálogo con tus hijos, para saber si puedes intervenir, en el caso de que surja la oportunidad.

Es todo un reto, aunque, tal y como dice Alejandro Villena, “la sexualidad es tu compañero de viaje, tu copiloto de vida; hay que cuidarla”.

Y tú, ¿te animas a hablar de sexo con tus hijos o nietos?

¡Feliz y Sana Sexualidad! ¡Feliz Coaching!

 

 

 

 

Silvia Resa

Soy coach ontológica para acompañarte en la identificación de tu objetivo y apoyarte durante tu proceso de Coaching. Sistemas propios: ArkeCoaching, AstroCoaching y IronCoaching.

Entradas recientes

«Que Dios nos pille confesados» vuelve al Muñoz Seca

Josema Yuste vuelve al Teatro Muñoz Seca de Madrid, con Que Dios nos pille confesados,…

29 mins hace

El poder de la tribu para encontrar tu lugar de pertenencia

La mayoría de nosotros desea sentir que pertenece a algún lugar, comunidad, clan o tribu…

21 horas hace

En cuevas oscuras

  En cuevas oscuras con aceras desgastadas de aguas en piedras duras y silenciosas pisadas,…

2 días hace

Hablamos de alzhéimer y de asesoramiento legal a mayores

Las demandas de los enfermos de alzhéimer y de sus cuidadores, así como las necesidades…

2 días hace

«A la vejez, vitales» participará en las políticas sanitarias regionales

A la vejez, vitales se asocia con las Comunidades Autónomas para implementar políticas sanitarias que…

2 días hace

Nueva prueba genómica para mejorar el tratamiento en cáncer de mama

Conseguir el mejor tratamiento para cada paciente con cáncer de mama es objetivo prioritario para…

2 días hace