Güija

Ouija tablero

 

Siento mucho haber abierto aquella puerta.

¡Si pudiera cerrarla!

La vela se apagó en un segundo,
los dedos dibujaban las palabras
apoyados en un vaso de cristal.

La oscuridad,
ventanas apagadas por cortinas.
La lámpara de metal tintineaba
haciendo sombras en la pared
como un baile sin orquesta,
entre brasas de humo nicotina
y copas llenas de coñac.

La luz apareció sin avisar
repleta de colores
y de blanco azul de mar.
Todo es silencio.
La respiración dejó de sonar
y la voz habló
para agarrarse a lo más profundo de las venas.

Allí se quedó.
Muda, sentada en su sofá
transparente como ella.

Al terminar se abrió otra puerta,
la de la entrada.
No pasa nada,
podéis seguir…
Y ya nunca me dejó.

La muralla se puede atravesar
con el inocente gesto de intentarlo.

 

losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es

  • Artista polifacético dedicado a la poesía desde que era niño y a la pintura. Él mismo recuerda “aquel diario con llave de tapa roja que escribía y guardaba cada noche en una caja de vinos, a la edad de 6 años. Me enamoré sin querer de aquel papel en blanco y más cuando lo llenaba con mis pensamientos. Ver aparecer las palabras con la tinta de un bolígrafo: era emocionante. Luego, como en todas las vidas, empezaron a pasarme cosas. La tristeza y la alegría empezaron a salir de mí a cada momento como guiadas por un río invisible, y no podía parar. Y del poco a poco, al hoy”.

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