Ahora escapo de la luz
hacia ninguna parte.
Sueño con mentiras
que se hacen realidad,
y las esquivo.
Música en mi mente flota,
como algas en el mar
a la deriva,
también hacia ningún lugar.
Apenas he dejado de llorar,
y apenas río.
Sé del sabor amargo
de la soledad,
y sé
que esa verdad
no tiene amigos.
Huyo siempre al fuego
cuando me voy a helar.
Me parto en dos.
Vivo.
Ahora río,
estoy en paz.