Encuentra el lugar que te corresponde

¿Conoces el lugar que ocupas en tu sistema familiar de origen? ¿Sabes que existe una relación con las personas cuya fecha de nacimiento coincide con la tuya? ¿Te gustaría resolver los obstáculos que bloquean el movimiento adecuado para la vida? Desde el Coaching, te acompaño a conocerlo.

Hace algún tiempo un compañero de trabajo me dijo algo con lo que, de alguna manera, resoné: “Me siento fuera de marco, como si no hubiera un lugar para mí”. Me he acordado ahora, que comparto contigo algo tan importante como es encontrar el lugar propio en el sistema familiar, el puesto que le corresponde a cada uno.

Este proceso, sin embargo, conlleva una responsabilidad y ¿por qué no decirlo? unas cuantas dosis de valentía. Te invito a conocer la práctica que propone la experta Mari Àngels Olivé, para poder colocarte donde te corresponde.

“Cada uno de nosotros tenemos un único lugar de nacimiento, que nos corresponde por nuestro origen”, dice Àngels Olivé, experta en medicina Integrativa y Holística; “Por tu fecha y lugar de nacimiento puedes venir a reemplazar a alguien del sistema familiar”.

“Esta conexión o resonancia puede darse con aquellas personas de fecha coincidente con el momento de tu concepción”, dice Olivé, creadora del sistema Ponte en Acción; “lo que te llevará a mover cosas pendientes de resolver, dolores y secretos no revelados que pueden estar obstaculizando el flujo de la vida”.

Dice esta experta que todo ello funciona desde el inconsciente, “el cual procurará que te dirijas hacia aquello no resuelto, para que así logres la libertad en tu presente diario”.

“Lo importante es que te sientas colocado en tu presente, en tu lugar único del sistema, lo que te hará encajar en tu área de trabajo, con tu pareja, hijos e incluso amigos”.

Para Olivé no sólo resonarán los asuntos pendientes, sino también “todas las cualidades y potencialidades que te impulsan a la vida, que vibrarán en ti”.

 

Ritual para conectarte

De la mano de Àngels Olivé te propongo una práctica para que puedas colocarte en tu espacio.

• Pon en silencio tus dispositivos electrónicos, como si fueras a realizar una meditación.
• Sitúate en una habitación con ventana (da igual que sea de día o de noche, pues se trata de que veas el exterior), de pie y, a ser posible, descalza. Colócate de cara a la ventana. Esta posición representa tu presente. Ante ti está la vida, tu vida.

Haz una respiración profunda. Observa si tu inconsciente te permite ocupar este lugar. Comprueba qué sientes y cómo lo sientes. Date cuenta de cómo se encuentra tu cuerpo, tus emociones, tu mente. Vuelve a realizar una respiración antes de girar un cuarto de vuelta, hacia tu derecha.

• Esta posición, a tu derecha, representa tu línea de hermandad, la de tus hermanos mayores, nacidos o no, vivos o no. Repite la práctica anterior: respiración, comprobación de qué sientes y cómo, cómo está tu cuerpo físico, tus emociones, tu mente. Date cuenta de si encajas en esta posición. Observa si tu inconsciente te permite ocupar este lugar.

De nuevo, vuelve a hacer una respiración antes de girar otro cuarto de vuelta.

• Esta posición, de espaldas a la ventana, representa tu pasado, tus ancestros, quienes están detrás de ti para impulsarte a la vida. Vuelve a la práctica anterior: respiración, comprobación de qué sientes y cómo, cómo está tu cuerpo físico, tus emociones, tu mente. Date cuenta de si encajas en esta posición. Observa si tu inconsciente te permite ocupar el lugar.

Otra vez, respira antes de girar, de nuevo, otro cuarto de vuelta, esta vez hacia tu derecha.

• Esta posición, a la izquierda según te posicionaste al comienzo de la práctica, representa a tus hermanos menores. De nuevo, repite la práctica. Siente si encajas en este sitio. Observa si tu inconsciente te permite ocupar este lugar.

Vuelve a girar un cuarto de vuelta hasta quedar frente a la ventana, de nuevo. Respira.

• Siéntete presente, con tus padres detrás, con tus hermanos mayores a la derecha y los menores a la izquierda. Observa si el sistema te permite ocupar tu lugar, mirando a la vida. Comprueba si hay algo que tira de ti desde detrás, impidiéndote ir hacia adelante. Lo mismo con las posiciones derecha e izquierda.

“A veces, desde el inconsciente tu sistema te pide que ocupes otro lugar; son las lealtades al sistema”, dice Olivé; “con mucho amor has de ver desde dónde te colocas en la vida, pues si no te sitúas correctamente tendrás complicaciones en las distintas áreas de tu vida”; “sentirás que no tienes tu lugar, que no tienes tu espacio”.

• ¿Has identificado desde qué punto te colocas ante la vida? Ya sabes entonces lo que te está pidiendo tu sistema familiar, a través de tu inconsciente.
• Este nuevo conocimiento te permitirá tomar la decisión consciente de colocarte mirando hacia afuera, hacia la vida, teniendo a tus padres detrás, a tus hermanos mayores a la derecha y a los menores a la izquierda.
• En esta misma posición puedes pronunciar la siguiente frase: “Yo, (tu nombre con apellidos), el día (dices la fecha) en (el lugar en el que te encuentres) tomo la decisión consciente de ocupar tan sólo mi lugar”.

Primero mírate a ti

No obstante, en este proceso hay una prioridad: tú misma, “pues una cosa es lo que te pide el sistema buscando soluciones y otra distinta que arregles tu vida, tu espacio, tu tiempo y tu presente para que, posteriormente, decidas si te ocupas de esos temas pendientes de resolver dentro del sistema familiar, los cuales han de resonar contigo”.

Estos asuntos no resueltos “los trae tu alma como aprendizaje, tarea o movimiento”, dice Olivé; “precisamente es tu alma la que ha elegido ese sistema familiar, para que puedas desarrollar todas tus cualidades y dones desde tu presente”.

Es así como “desde este nuevo cuerpo físico y en esta vida podrás desarrollar una nueva mirada, un avance en ti que, del mismo modo, resuena en tu sistema y en el de la humanidad”, dice esta experta.

También existe una responsabilidad en este proceso, la que tomas “cuando decides colocarte en tu lugar dentro del sistema, ya que existe un mensaje implícito que llega a los demás, invitándoles a hacer lo mismo si así lo desean”.

Para Àngels Olivé existe otro beneficio derivado de tal decisión, ya que, al colocarte en tu posición “estás llevando esa información a todo tu sistema familiar posterior, es decir, a tus descendientes, aunque también a tus trabajos y proyectos, para que se ordenen, para que encuentren la sintonía con la vida desde el movimiento”.

Me han dado ganas de llamar a mi antiguo compañero para ver cómo va su proceso de colocación dentro de su sistema familiar… ¡Quién sabe! Quizá haya resonado con aquellos obstáculos que le impedían entrar en su marco.

¡Feliz Encuentro de tu Marco! ¡Feliz Coaching!