El sándwich también tiene su Día Mundial

El pan de sándwich se ha convertido en un componente imprescindible en todas las cocinas del mundo, en aliado en la alimentación de toda la familia. Su versatilidad para amoldarse a los diversos tipos de alimentos, además de su textura tierna y una mayor vida útil, han elevado esta variedad al olimpo de los panes desde tiempos inmemoriales.

De hecho, el nombre deriva de su precursor, el inglés John Montagu, IV Conde de Sandwich, quien hace casi 300 años desarrolló una técnica para satisfacer el apetito sin dejar de lado sus quehaceres como caballero británico. Es por ello que cada 3 de noviembre, coincidiendo con la fecha su nacimiento, se celebra el Día Mundial del Sándwich.

John Montagu desempeñó importantes cargos a lo largo de su vida, tanto en el ámbito político como en el castrense, llegando incluso a ser el protagonista junto a la cantante de ópera Martha Ray de una célebre novela de amor de la época. Sin embargo, Montagu siempre será recordado por emparedar la comida entre dos rebanadas de pan. Esto se debe a que su pasión por los juegos de naipes le habría llevado a descuidar las comidas y sus criados se las ingeniaron para prepararle alimentos que pudiera comer sin dejar de jugar a las cartas. Así pues, comenzó a utilizar dos trozos de pan para evitar mancharse los dedos con el fiambre y las carnes frías que le servían para almorzar, dando origen a uno de los platos más populares y variados del mundo.

La fama del sándwich procede de su conveniencia, puesto que es una alternativa perfecta para comer fuera de casa ante la falta de tiempo en la cocina, de ahí que sea una opción ideal para que los más pequeños se acostumbren a llevar una dieta equilibrada y reciban la cantidad de energía diaria exigida por su organismo. Y es que el principal componente de esta variedad de pan son los hidratos de carbono -unos 50 gramos por cada 100 gramos-, los cuales, a la par que grasas y proteínas, son fundamentales para mantener la salud y lograr un crecimiento adecuado.

En líneas generales, y según el informe de Consumo Alimentario en España 2020 del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo medio de pan en España es de 32,78 kg por persona y año, que se concentra especialmente entre los mayores de 65 años (con una media de 42,5 kg per cápita), mientras que los menores de 35 años ingieren apenas 10,7 kg al año de pan.

En el último año móvil (a agosto de 2021), los hogares españoles consumieron apenas 1.429,2 millones de kilos de pan, un 4,4 % menos respecto al mismo período del año anterior, por un valor de 3.381,93 millones de euros, tras una caída interanual del 5,8 % hasta esa fecha.

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