Todos hemos visto alguna vez el símbolo iconográfico Smile Face o carita feliz –icono creado en 1963 por Harvey Ball, diseñador gráfico–, y desde 1999 él mismo instituyó que, cada primer viernes del mes de octubre, se celebrara el Día Mundial de la Sonrisa, para festejar la alegría y felicidad compartida.
Sonreír es una forma sencilla de hacer y llevar felicidad a los demás. La sonrisa es un lenguaje universal que nos ayuda a nosotros mismos y a los demás a tener un mejor día. Existen estudios neurológicos que demuestran que sonreír nos ayuda a reducir el estrés, al disminuir la cantidad de cortisol en sangre, aumentando la presencia de endorfinas, serotonina y oxitocina.
Al sonreír aumenta la cantidad de oxígeno que llega al cerebro, con lo que el sistema límbico se activa y con ello facilita las funciones de la memoria. Además de aportar grandes beneficios cardiovasculares, al aumentar el flujo sanguíneo y con ello mejorar la presión arterial. La sonrisa es una gran medicina.
Sonreír es un “lenguaje universal” que nos ayuda a las relaciones sociales y emocionales. Cuando sonreímos a alguien le hacemos sentir cercano, que no se encuentra solo y que es apreciado, de la misma manera que cuando nos sonríen nos hacen sentir igualmente que nos aprecian, que nos valoran y que no estamos solos en este mundo de prisas y de estrés.
Muchas veces una sonrisa nos cambia el día, nos aporta fuerzas y nos hace sentir bien. Mejor, nos llega incluso a cambiar el día al sentirnos más optimistas… Es “una forma de comunicarnos sin palabras”.
Sonreir de formas diferentes
Una sonrisa puede ser contagiosa y generar sonrisas a los demás. Todos hemos vivido la situación de estar con alguien que ríe y espontáneamente nosotros nos hemos contagiado de esa risa. Esto sucede por las “neuronas espejo” que son las encargadas de imitar de forma innata aquello que estamos viendo, aunque no sepamos el motivo de esa risa, nosotros nos contagiamos de esa energía positiva y reímos igualmente.
Hay muchas formas de sonrisas, pero una sonrisa sincera, nos aporta grandes beneficios: nos mejora el sistema inmunológico, nos hace ser más cercanos, agradables, más creíbles, nos hace crear relaciones con los demás. También nos relaja y reduce la sensación de estrés y de dolor, además de hacernos más felices. Y sin darnos cuenta hacemos ejercicio facial, ya que movemos una serie de músculos como son los músculos elevadores del labio superior y del ala nasal, orbicular de los ojos, el cigótico mayor y el cigótico menor, el risorio…. Sin olvidarnos de otro gran beneficio: alarga la vida. Un estudio realizado y publicado en la revista Psychological Science en 2010 indicaba que sonreír nos puede hacer alargar nuestra vida en unos cuatro o cinco años.
Existen muchas frases que hacen referencia a los beneficios de la sonrisa, pero una frase de W. Shakespeare creo que lo resume muy bien es esta: “Es más fácil otener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”.
Empecemos el día con una sonrisa, seguro que el día será mejor, seremos más cercanos y ayudaremos a los demás a que su día sea perfecto. Además recuerda que sonreíir es gratis.
