La Feria Medieval de El Álamo vuelve a celebrar una nueva edición del 30 de abril al 5 de mayo, llenándose de caballeros y justas medievales.
Un total de 100 espectáculos diarios, 30 conciertos (The Celtival Music), 40 pasacalles, torneos de justa, 300 artistas de 35 compañías diferentes de teatro, circo y música, en la XXVII edición de la Feria Medieval de El Álamo. Una convocatoria que la Comunidad de Madrid declaró en 2016 Fiesta de Interés Turístico Regional, que el año pasado recibió la visita de más de 300.000 personas.
Como asegura el concejal de Cultura del Ayuntamiento de El Álamo, Juan Carlos Orgaz, esta Feria es muy importante para el municipio. Y lo es en muchos aspectos, desde un punto de vista económico, cultural y también turístico.
Orgaz recuerda el inicio de toda esta aventura. «Cuando tenía 25 años, siendo concejal en aquella etapa, recibí el proyecto de una pequeña feria medieval», recuerda. En aquel momento él tenía 27 años de edad y desde el ayuntamiento crearon la primera Feria Medieval del Álamo. Aunque, como él mismo cuenta, aquella primera feria fue muy diferente a las convocatorias actuales. «Comenzamos con 25 artesanos en la plaza antigua y con la animación del grupo de teatro local Maldito duende, al que yo pertenecía». En estos años, la Feria Medieval ha crecido hasta convertirse en todo un referente en este tipo de eventos, y no solo a nivel nacional, también a nivel internacional.
Una Feria para toda la familia
Grandes y pequeños disfrutarán por igual de las actvidades que se van a desarrollar hasta el 5 de mayo en la Feria Medieval de El Álamo. Porque se trata de un encuentro pensado para ser vivido en familia. Y familias de todo el mundo, ya que de las 300.000 personas que la visitaron el años pasado, muchas llegaron de países europeos como Francia, Italia y Portugal.
Estos visitantes disfrutaron de las animaciones circenses, de los malabares y de los conciertos y, cómo no, de las 350 paradas de gastronomía y de artesanía.
Es esta una Feria «que nos ha puesto en el mapa, de la que el alameño se siente orgulloso, y además supone un movimiento muy importante para la economía local», concluye Orgaz.
