Ya está aquí la Navidad, esas fechas en las que las reuniones de amigos, compañeros de trabajo, celebraciones familiares son muy frecuentes y con ello la posibilidad de aumentar de peso. Es frecuente oír que después de las fiestas navideñas que tenemos tres o cuatro kilos demás, reflejo de los excesos alimenticios, al margen de verse incrementando en estas fechas los problemas gastrointestinales por indigestiones, empachos y pesadez de estómago. Los menús en estos días son muy diferentes a los que llevamos a lo largo del año; suelen ser menús elevados en proteínas, carbohidratos, lípidos, dulces. Son menús hipercalóricos, se consume más alcohol y no se sigue un horario regular de comidas.
Esos desajustes de horarios, de ingesta de alimentos pueden ocasionar alteraciones y problemas a nuestra salud, para evitarlo deberíamos seguir una serie de consejos:
- Moderar las cantidades/raciones.
- Hacer cinco comidas al día procurando que tres de ellas sean principales y dos snacks (una a media mañana y otra a media tarde).
- Organizar menús equilibrados, prestando especial atención a la proporción entre grasas, hidratos de carbono, azúcares y proteínas.
- Dejar de comer antes de sentirse lleno.
- Si la comida ha sido copiosa procurar que la siguiente comida sea ligera y preferiblemente abunden las verduras y las frutas.
- Reducir la sal.
- Evitar el consumo de alcohol y más aún sí después se tiene que conducir.
- Procurar que el desayuno sea ligero y con fruta para compensar el resto de comidas del día.
- Procurar en esos días salir a pasear y hacer algo de ejercicio físico.
- Es muy beneficioso hacer actividades físicas con la familia al margen de quemar calorías se estrechan lazos familiares y se mejoran las relaciones.
Disfrutemos de la Navidad, de esos días entrañables con la familia, sin poner en peligro nuestra salud y bienestar.