A partir de los 60 años se identifican grandes grupos de enfermedades, algunas crónicas que acaban condicionando la vida de las personas mayores. Gracias al equipo médico de Rosita, plataforma especializada en la longevidad saludable, proponemos diez actividades físicas que pueden ayudar prevenir diez patologías diferentes en las personas mayores.
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Ejercicios que fortalezcan los músculos, para prevenir la artrosis.
Se asocia con un desgaste articular y las zonas más afectadas suelen ser las articulaciones de carga, caderas y rodillas. La artrosis puede llegar a ser invalidante por el dolor y la limitación articular, siendo la atrofia muscular y el sedentarismo el principal causante de ella. Se puede tratar con rutinas de ejercicio funcional que refuercen esa musculatura debilitada y estabilicen las articulaciones. Aprender qué músculos hay que fortalecer y cómo hacerlo, así como qué estiramientos musculares realizar, alivia el dolor articular.
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Movimientos suaves y Taichí para aliviar patologías inflamatorias.
Como puede ser procesos de artritis reumatoide, se puede aliviar el dolor con secuencias de movimiento suaves, estiramientos y pautas dietéticas que ayuden durante los periodos de brotes o crisis de dolor. Actividades más moderadas como Taichí, ejercicios suaves o clases del fisioterapeuta te enseñan a conocer y controlar el dolor.
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CORE para el dolor de espalda.
La mayoría de los dolores de espalda responden bien al ejercicio. Es fundamental trabajar el CORE para lograrlo; actividades como Pilates, Balance, Yoga, o Esgrima favorecen un un mayor control sobre la musculatura CORE. También, es importante tener en cuenta los consejos en higiene postural.
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Bailes y coreografías para la pérdida de equilibrio.
Parte fundamental para la prevención de caídas. En el equilibrio es donde reside la capacidad, entre otras cosas, que nos permite caminar. La podemos trabajar tanto a nivel estático en actividades de Taichí, Esgrima o también el equilibrio dinámico con coreografías y bailes que entrenan el equilibrio y la coordinación neuromuscular.
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Ejercicios para activar el diafragma, para afecciones Respiratorias.
La mayor parte de los pacientes respiratorios tiene en común la necesidad de entrenar su musculatura ventilatoria. Sin un correcto patrón ventilatorio pueden agravarse muchas de las enfermedades respiratorias comunes como el asma o EPOC. Activaremos nuestro diafragma con la ayuda del fisioterapeuta para lograr mantener una correcta capacidad pulmonar.
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Paseos largos para prevenir la osteoporosis.
Es una enfermedad silenciosa, ya que normalmente no da síntomas en etapas iniciales. Fragiliza nuestros huesos, por lo que suelen asociarse a fracturas óseas espontáneas o con pequeñas caídas. Para poder retrasar los efectos de este proceso recomendamos el ejercicio activo de bajo impacto, como por ejemplo dar paseos largos.
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Meditación para la fibromialgia.
Es dolencia caracterizada por un dolor muscular generalizado. En muchas ocasiones el dolor puede llevar a procesos de depresión y falta de ánimo, por lo que recomendamos practicar clases de Meditación, Chi Kung o Tai Chí para conseguir un estado de relajación y encontrarnos con nosotros mismos. También para activar toda la musculatura del cuerpo pueden venir bien las clases de baile o Kárate, que además son muy divertidas y ayudan igual a reducir el nivel de dolor.
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Ejercicios funcionales para la patología neural periférica.
Puede desencadenar en procesos de ciática o síndrome del Túnel del carpo. Son dolencias que se producen por la compresión de un nervio a lo largo de su trayecto dentro de nuestro cuerpo. Recomendamos reposo durante las crisis de dolor agudo para evitar producir un incremento de la irritación neural. Una vez pasado ese periodo, podremos realizar ejercicios funcionales, además de ciertos movimientos y coreografías para favorecer la movilidad neural y poder controlar el dolor y los molestos síntomas derivados.
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Ejercicios guiados que refuerzan la musculatura para procesos de hombro doloroso.
El dolor es muy frecuente debido a los tejidos blandos que envuelven el hombro, cápsula y tendones. En cada patología del hombro es importante conservar los rangos de movimiento óptimos, que sean funcionales y permitan realizas actividades de la vida diaria. Con el entrenamiento funcional y los ejercicios guiados del fisioterapeuta se refuerza la musculatura del manguito rotador para que pueda estabilizar correctamente el hombro y de esta manera disminuir el dolor y mejorar la calidad de vida.
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Actividades cardiovasculares para el sedentarismo y sobrepeso.
La falta de ejercicio no solo acarrea un problema de fragilidad muscular, sino que ralentiza nuestro sistema metabólico, favoreciendo el sobrepeso y las enfermedades relacionadas con ello. Aumenta tu gasto calórico con actividades de cardio, baile y fitness adaptado.