Desidentifícate de lo que piensan y sienten los demás

0
490
desidentificate

¿Cómo te relacionas con tu entorno desde el punto de vista mental? ¿Y desde el emocional? ¿Te produce estrés el trato con algunas personas? ¿Intentas entender por qué el otro hace lo que hace? ¿Sueles tomarte por lo personal lo que dicen los demás? Desde el Coaching te traigo buenas noticias ya que, para resolver esto, también hay un entrenamiento; ¿me acompañas a descubrirlo?

 

Reconozco que, en algunos momentos, casi he llegado a tirar la toalla. Me refiero a la relación de “altos y bajos” con una de las personas de mi ámbito más cercano.

Quizá sea por la variabilidad de criterios que maneja en situaciones que, para mí, son similares. Quizá por sus cambios de humor no exentos de comentarios y alusiones algo derrotistas, sobre todo cuando se trata de la actualidad política, económica y social.

“Es importante tener en cuenta cómo te relacionas con tu entorno desde el punto de vista mental”, dice Javier Millán, experto en Gestión Emocional en el ámbito de la empresa; “las relaciones pueden producirte un estrés para el que no estás preparado, con un tiempo de reacción que, aunque dura pocos minutos, prolonga la sensación de amenaza”.

“Estas situaciones suelen ocurrir con personas a las que les has dado una entrada emocional”, dice Carolina Iribarnegaray, terapeuta Integral; “por lo que es preciso tratar de entender por qué el otro hace lo que hace, lo cual, en el momento de la confrontación, puede reprimirte; de ahí que haya que hacerlo después”.

Iribarnegaray propone “comprender por qué el otro actúa así, ya que, de esta manera, logras desidentificarte y entender que esa persona actúa y responde de una forma determinada”.

 

Entender al otro 

“La estrategia consiste en separarse de la situación, neutralizando el efecto que pueda tener en ti”, dice la terapeuta; “es un entrenamiento, aunque es preciso que conozcas cuál es tu capacidad para confrontar y saber cuál es tu nivel de tolerancia”.

Este ejercicio de disociación, de salida de escena, conlleva otro adiestramiento, como es el de pensar “esto no va conmigo”; “evita tomártelo por lo personal y pon mente antes que emoción”, dice Iribarnegaray; “posteriormente, averigua la razón por la que te resuena lo ocurrido: ¿tiene que ver con alguna de tus heridas de la infancia?”.

Sin embargo, ¿cómo conseguir sacar de la cabeza ese pensamiento persistente?; “es importante tener en cuenta dónde se ponen los límites, en qué punto se liman asperezas y cuándo se ha de comentar con la otra persona”, dice Iribarnegaray; “al entender que el otro no lo hace por infligirte ningún daño, tu empatía crece”.

Según Javier Millán existe el concepto de ecología mental que, en sí mismo, es un procedimiento sanador como el que más: “consiste en depurar ideas, conceptos, pensamientos o creencias, pues ese filtro que somos nosotros mismos se va limpiando”.

 

ecología mental

Ecología mental

“De esta manera, irá cambiando tu mentalidad y se disolverán tus miedos, que sustituirás por algunos aprendizajes que, a su vez, te llevarán a una acción”, dice el cofundador de Escuela de Inspiración, quien propone un decálogo para alcanzar esa ecología mental:

  • Busca espacios en los que aprendas, a partir de una información que te sea útil y agradable, es decir, evita en lo posible lo relativo a noticias o testimonios de violencia y sucesos.
  • Si deseas la seguridad psicológica, date cuenta de que precisamente los problemas emocionales son parte de tu evolución como persona.
  • Encuentra lugares en los que experimentes un crecimiento que sea tuyo íntegramente.
  • Expón lo que piensas, incluso si va en contra de lo que opinan los demás (aunque sea tu jefe)
  • Si tienes un problema o conflicto, atrévete a pedir ayuda si es lo que necesitas.
  • Saborea los momentos que pasas con aquellos a quienes quieres.
  • ¿Cuáles son tus valores irrenunciables? Son aquéllos que te ayudan a tomar decisiones difíciles y que se refieren a lo que no estás dispuesto a ignorar, perder o evitar. “Busca tus cinco valores irrenunciables principales y verifica que estén protegidos en cada una de las áreas de tu vida”, dice Millán; “ve comprobando cómo vas y toma acción”.

 

alta sensibilidad

Personas de alta sensibilidad

¿Qué ocurre cuando eres una persona de alta sensibilidad (PAS)? “En este caso, el trabajo de gestión emocional ha de ser propio, pues es posible que te afecten más cosas que a los demás”, dice Carolina Iribarnegaray; “puedes anteponer una mirada racional, siendo consciente de que, en ese momento, tu mundo emocional está a flor de piel”.

Si has llegado hasta aquí, te cuento un poco más acerca de mi historia de “tirar toallas”. Resulta que, entrenando, entrenando, me he dado cuenta de que, en la mayoría de las ocasiones en las que algo de otra persona “me chirría” suele ser una señal, un aviso de que puedo hacer algo a mi favor en ese preciso instante.

Es decir, que el otro me sirve de espejo para detenerme, respirar, ser consciente de que no es contra mí y de que la persona dice que piensa, siente y actúa por algo y para algo que en modo alguno tiene que ver conmigo.

Te confieso un secretillo más, que pongo entre paréntesis para que no llegue muy lejos: (hay veces que sí, que me lo tomo por lo personal e incluso en situaciones en las que me doy cuenta de ello. Aunque, ¿sabes? suelo decirme a mí misma que, la próxima vez lo haré mejor).

¡Feliz Desidentificación de los demás! ¡Feliz Coaching!

 

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí