La llegada del verano trae consigo el aumento de los desplazamientos en vehículos propios y no siempre le prestamos la atención que merece a nuestros ojos. Varias horas al volante para llegar al destino de vacaciones es uno de los clásicos de la temporada, y más en este 2021, año en el que vuelve a triunfar el turismo nacional y de carretera. En este contexto, la salud ocular es un factor fundamental, ya que cerca del 30% de los españoles tienen deficiencias visuales que pueden afectar a la conducción. Por eso es tan importante seguir los consejos de los expertos, para poder disfrutar plenamente de los días de descanso con toda seguridad.
La fatiga visual causada por una visión deficiente o por una graduación incorrecta puede provocar despistes y riesgos en la carretera. En este sentido, las revisiones son clave para detectar y controlar posibles afecciones de la visión.
La catarata es una de las patologías oculares que afectan a la conducción. La encuesta europea Mucho que ver, elaborada por Alcon para analizar el impacto de la catarata en la calidad de vida, señala que a 8 de cada 10 españoles mayores de 60 años con catarata les preocupa que la pérdida de visión les impida conducir.
Otra afección visual que afecta a la conducción es la presbicia, también conocida como vista cansada. Este defecto refractivo, más común a partir de los 40-45 años, aparece porque el cristalino, la lente natural del ojo, disminuye su elasticidad y, por tanto, su capacidad de enfocar imágenes a diferentes distancias.
Actualmente existen formas seguras y eficaces de corregir la catarata y la presbicia de manera simultánea. La cirugía es la primera opción de tratamiento para el 85% de los pacientes españoles con catarata. Este procedimiento consiste en la sustitución del cristalino por una lente intraocular. Actualmente, existen diferentes tipos de lentes con avanzadas tecnologías que permiten ofrecer una calidad de imagen de alta resolución a todas las distancias y reducir al máximo el perfil de molestias visuales.
Consejos prácticos para garantizar una correcta salud visual a la hora de conducir:
1. Revisar la vista con regularidad, al menos, una vez al año. También es importante revisar la graduación en el caso de utilizar gafas.
2. Utilizar gafas de sol adecuadas para evitar deslumbramientos.
3. Evitar el exceso de velocidad, que puede influir en nuestro campo visual y en nuestra capacidad de reacción.
4. Hacer una parada cada dos horas. Descansar la vista es fundamental para reducir la fatiga visual.
5. Evitar las horas de escasa luminosidad, especialmente en el caso de padecer alguna anomalía visual.
6. Tras una operación de la vista, seguir todas las recomendaciones del especialista, incluso si indica no conducir durante un periodo de tiempo determinado. Al conducir exigimos a los ojos un esfuerzo que puede ser perjudicial para la recuperación.