Investigadores de INCLIVA apuntan a nuevas dianas terapéuticas para combatir la obesidad, tras identificar genes clave en la regulación del IMC modulados por el estrés oxidativo.
Un estudio liderado por el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, del Hospital Clínico Universitario de València, ha identificado genes que desempeñan un papel crucial en la regulación del índice de masa corporal, IMC, cuyo efecto varía en función de los niveles de estrés oxidativo de cada individuo. Estos hallazgos subrayan la relevancia del estrés oxidativo en el metabolismo y la regulación genética, y apuntan a posibles nuevas dianas terapéuticas para combatir la obesidad y reducir el riesgo asociado a enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2, la hipertensión o el cáncer.
En el estudio han colaborado diversos grupos e instituciones, entre ellos el Grupo de Estudio de Riesgo Cardiometabólico y Renal de INCLIVA, liderado por el doctor Josep Redón; el Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, con el doctor Juan Carlos Martín Escudero; el Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat de València, con el doctor Guillermo Ayala; y el Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la misma universidad, dirigido por el doctor Guillermo Sáez.
El objetivo principal del trabajo ha sido analizar la interacción entre los niveles de estrés oxidativo y un conjunto de genes implicados en la regulación del IMC, que es uno de los principales indicadores de obesida. Además de identificar nuevas variantes genéticas relevantes en la población española.
Estrés oxidativo e interacción genética
El IMC es un conocido factor de riesgo para numerosas enfermedades crónicas. Por su parte, los radicales libres, aunque necesarios en ciertas funciones biológicas, cuando se producen en exceso —como ocurre con el estrés oxidativo (EO)—, contribuyen al desarrollo de enfermedades metabólicas, cardiovasculares, neurodegenerativas y oncológicas. A su vez, un aumento del IMC puede incrementar el EO, estableciendo un círculo de retroalimentación con importantes implicaciones clínicas.
A diferencia de estudios previos, esta investigación se ha centrado en analizar de forma conjunta variantes genéticas y parámetros bioquímicos relacionados con el EO. En concreto, se estudiaron 723 variantes en 212 genes vinculados a obesidad, estrés oxidativo, presión arterial, inflamación y metabolismo lipídico, en una muestra de aproximadamente 1.500 individuos del estudio HORTEGA —una cohorte representativa de la población general de Valladolid orientada al análisis de factores de riesgo cardiovascular—.
Los parámetros de EO se midieron a través de tres biomarcadores clave: niveles de glutatión reducido y oxidado (GSH y GSSG), malondialdehido (MDA) y 8-oxo-desoxiguanosina (8-oxo-dG). La metodología empleada incluyó tecnologías como SNPlex para el análisis genético y diversos modelos de regresión logística para el análisis estadístico.
Trabajo conjunto
Los resultados del estudio revelan que numerosas variantes genéticas influyen significativamente en el IMC, destacando especialmente el papel del gen TNF, cuya relación con el IMC está fuertemente modulada por el EO. También se identificaron interacciones relevantes en genes como CPT1A, DDIT3, IL6ST, NOX3 y NPPA, lo que abre nuevas posibilidades para la investigación y el desarrollo de estrategias terapéuticas personalizadas.
En la ejecución del estudio han participado numerosos investigadores de la Unidad de Genómica y Diabetes de INCLIVA, entre ellos Francisco Lara Hernández, María Elena Quiroz Rodríguez, Celeste Moya Valera, Ana Bárbara García García, Rebeca Melero, Ingrid Valarezo, Mariana de Jesús Gallardo Espinoza y el doctor Luis Álvarez. Los estudios estadísticos fueron coordinados con el doctor Guillermo Ayala, y la cuantificación de los biomarcadores de EO estuvo a cargo del doctor Guillermo Sáez.
Desde el Hospital Universitario Río Hortega, los doctores Laisa Briongos Figuero, Jéssica Abadía Otero y Francisco Javier Mena Martín, bajo la dirección del doctor Martín Escudero, fueron responsables del diseño y desarrollo del estudio HORTEGA.
Los doctores Felipe Javier Chaves y Ana Bárbara García forman parte del CIBERDEM (Centro de Investigación Biomédica en Red en Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas). Mientras que el doctor Josep Redón pertenece al CIBEROBN (Centro de Investigación Biomédica en Red en Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición), ambos del Instituto de Salud Carlos III.