Cinco pautas para prevenir la insuficiencia cardiaca

La insuficiencia cardiaca, que en España afecta al 2,7% de la población mayor de 45 años y al 8,8% de los mayores de 74, se produce cuando el corazón no es capaz de bombear la cantidad suficiente de sangre rica en oxígeno que necesita el organismo para funcionar correctamente y sus causas son diversas.

Hay diversos problemas que pueden afectar al funcionamiento del corazón y provocar una insuficiencia cardiaca. Por un lado, podemos tener un fallo del propio músculo cardiaco que pierde fuerza y acaba dilatándose. Muchas veces la causa de esta dilatación no está clara, pero en otras ocasiones se debe a la presencia de enfermedad coronaria, arritmias o al efecto tóxico del alcohol u otras sustancias. Pero también podemos encontrarnos una situación de insuficiencia aunque el corazón conserve su fuerza normal. En estos casos, el problema es una sobrecarga del corazón, que no es capaz de responder adecuadamente y entra en fallo cardiaco.

La Fundación Española del Corazón (FEC) recuerda la importancia de prevenir la aparición de insuficiencia cardiaca, enfermedad que a día de hoy constituye un auténtico problema de salud pública a nivel mundial. Y es que, el número de casos de esta patología se ha duplicado en todo el mundo pasando de 33,5 millones en 1990 a 64,3 millones en 2017, según un reciente estudio publicado en el European Journal Preventive of Cardiology, revista de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC).

Prevenir la insuficiencia cardiaca es posible controlando los factores de riesgo cardiovascular. El presidente de la FEC, Carlos Macaya, asegura que con la correcta información y formación de la población sobre esos factores, la prevención es posible. Desde la Fundación nos recuerdan cuáles son las cinco claves para prevenirla:

  1. Mantener una alimentación saludable, variada y equilibrada: hay que evitar tomar sal, porque provoca retención de líquidos que pueden provocar un fallo cardiaco, y aumentar el consumo de fruta, verdura, legumbres y pescado. Estos alimentos evitan que aumenten los niveles de colesterol en sangre.
  2. Realizar ejercicio físico de forma regular. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda a los adultos (18-64 años) dedicar, como mínimo, 150 minutos semanales a la práctica de actividad física aeróbica de intensidad moderada, o bien 75 minutos semanales de actividad física aeróbica vigorosa cada semana. También puede realizarse una combinación equivalente de actividades moderadas y vigorosas.
  3. Llevar un adecuado control de enfermedades asociadas a la insuficiencia cardiaca, como la diabetes, la hipertensión o el colesterol elevado. Diversos estudios han evidenciado, por ejemplo, la estrecha relación que existe entre la hipertensión arterial y el desarrollo de insuficiencia cardiaca.
  4. Control del peso. El exceso de peso, es decir, tanto el sobrepeso como la obesidad es causa directa de insuficiencia cardiaca. Así lo demostró un estudio, publicado en la revista Plos Medicine, cuyos resultados mostraban que un incremento de unidad del Índice de Masa Corporal (IMS) supone un aumento de un 20% del riesgo de desarrollar insuficiencia cardiaca.
  5. Evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras drogas.
Etiquetas
Noticias relacionadas