“Debí de preguntar en la puerta de al lado,
y no callejear por barrios del pecado”
La mínima sustancia contenida se derrama
ante la mirada atenta de mis ojos,
repletos de agua y de vida.
Y aunque me resulte casi inevitable,
prefiero reír a llorar.
La cena de un idiota que suspira soñando.
Hicieron gotas las venas
por no saber nadar.
Con las cortinas,
me hice transparente entre sirenas.
Y nací.
Una y mil veces,
y otras mil veces nací.
Pido perdón por no saber,
y perdón por insistir.
Mi corazón no sabe ver
solo sabe sentir.
Miro a la luna,
una y otra vez,
viajando cada noche
hasta su puro centro
y me veo sonreír.
Luces que describen tantos cuentos
alumbradme bien.
Es de noche
y no me encuentro,
y tampoco quiero ya
volver a nacer.
Viajan mis ganas con el viento,
me adentro en el aire también.
Dulces sueños
si sueño, tendré.
Es lo que siento.
losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es