Necesidades de asesoramiento legal en la vejez

Tras la soledad, la gestión de los trámites legales y administrativos es la principal preocupación para seguir viviendo de forma independiente. Un estudio analiza cuáles son las necesidades de asesoramiento legal en la vejez.

 

Según el informe Garantizando el bienestar de la tercera edad en la longevidad: requerimientos y remedios, realizado por onLygal, y MDS Silver, esta urgencia se intensifica al abordar sus actividades cotidianas y la planificación de su porvenir.

También se concluye que resulta fundamental para la comunidad abordar estas problemáticas, ya que el 90% de los mayores confiesa su deseo de quedarse en su residencia habitual durante el mayor tiempo.

No todas las herramientas legales a las que puedan acceder son conocidas por la población en general. Por ejemplo, alternativas legales como el testamento vital o la autocuraleta son desconocidas, a pesar de tener una relevancia significativa para proteger la voluntad de las personas mayores.

 

Dar respuesta a su voluntad

Como señala el director general de onLygal, Luis Cuervo, es urgente ofrecer asesoramiento en la longevidad a los mayores y sus familiares. Ya que estar informados y conscientes posibilita el uso de las herramientas necesarias para proteger los derechos y deseos de los sénior. Además, se trata de una información que les aporta tranquilidad y bienestar. Por esto, es esencial contar con servicios accesibles, rápidos, claros y económicamente factibles.

Según el Análisis de onLygal y MDS Silver, cuando la edad afecta el bienestar físico y mental, puede afectar a la autonomía. Es entonces el momento en el que, tanto la persona mayor como su familia, debe determinar cómo enfrentar el envejecimiento, qué necesidades hay que cubrir.

El estudio revela que un 47% de las personas mayores toman decisiones de forma individual, mientras que un 45% lo hace en conjunto con sus familiares. Solo en un 8% de las ocasiones, la determinación la toma exclusivamente la familia debido a la disminución de la capacidad física y cognitiva. Específicamente, frente a estas circunstancias, las herramientas legales mencionadas anteriormente representan la solución que garantiza el respeto a las decisiones de la persona mayor.

El documento también señala los cuatro factores que inciden en la elección del lugar de residencia: limitaciones físicas y de desplazamiento (68%), cognitivas (53%), falta de allegados (47%) y aspectos financieros (39%).

Desde un enfoque económico, el estudio destaca que un 43% de las personas mayores y sus familiares desconocen las alternativas financieras disponibles, como la venta de activos, para maximizar su patrimonio. Según Juan Carlos Alcaide, director de MDS Silver, la investigación muestra una escasa familiaridad con las diferentes alternativas financieras disponibles para complementar la jubilación.

 

Inquietudes ante la longevidad

La gestión de trámites legales y administrativos es la principal inquietud de los mayores (63%) después de la soledad al decidir quedarse en su entorno. A estas preocupaciones sigue la ayuda en compras y tareas diarias, cuidados sanitarios e higiene, asistencia a citas médicas, accesibilidad y movilidad en casa.

Las barreras y obstáculos principales que encuentran las personas mayores al realizar trámites burocráticos son la falta de conocimiento y la brecha digital, para las cuales solicitan asesoramiento, según Luis Cuervo.

Dentro del asesoramiento legal, los profesionales experimentados demandan apoyo para gestionar solicitudes de subvenciones o prestaciones sociales (72%); prevenir posibles fraudes (60%), y resolver asuntos referentes a cuidadores externos (51%. Además de interactuar con la Administración pública (48%); manejar temas financieros y patrimoniales (47%); afrontar dificultades con proveedores de servicios (42%); liquidar impuestos (37%); realizar compras por internet (35%); y acceder a formación y aprendizaje general (23%).

Es cierto que, de acuerdo con un estudio, la importancia de dejar testamento para proteger el patrimonio según el 92% de los individuos mayores; sin embargo, un 36% aún no lo ha concretado. La razón es la inquietud de la mitad de ellos por no contar con asistencia en este proceso.