A mi abuelo

Con las manos tapando la cara cubro mi llanto,
la pena gastada corta el aire a la garganta.
Pequeños silbidos laten fuera del alma,
como queriendo unirse al hilo invisible
que separa la vida de la parca.

Adiós alma buena.
Te besé en la cara,
una lágrima se resbalaba por la mía
para caer en la tuya…
inerte, fría, helada.

Cuerpo… ahora recuerdo
y sin alma.
Desnudo
posado en la caja.
Adiós pequeño gran amigo.
Naciste en otoño y te llevó el invierno.
Yo nací en invierno
y tú me llevaste en primaveras de la mano
por los jardines del verano…

Nos volveremos a ver.
Te quiero abuelito.
Te querré siempre.

 

http://losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es/

 

 

 

 

  • Artista polifacético dedicado a la poesía desde que era niño y a la pintura. Él mismo recuerda “aquel diario con llave de tapa roja que escribía y guardaba cada noche en una caja de vinos, a la edad de 6 años. Me enamoré sin querer de aquel papel en blanco y más cuando lo llenaba con mis pensamientos. Ver aparecer las palabras con la tinta de un bolígrafo: era emocionante. Luego, como en todas las vidas, empezaron a pasarme cosas. La tristeza y la alegría empezaron a salir de mí a cada momento como guiadas por un río invisible, y no podía parar. Y del poco a poco, al hoy”.

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