Entro…
en la memoria pesada con dos pasos,
el primero avanza desde quieto,
el segundo, en quieto se abalanza,
ninguno lleva a ningún lado.
Es el vino
que me espera,
el que me quiere suicidar.
Me olvido en el mal trago,
mi sed sólo ve mar,
y mis lágrimas los lagos
que sólo lleno al soñar.
Tú…
me digo al oído,
y acaricio con la mano
mi brazo que despierta
me hago sentir vivo.
Ando
sin el rumbo de los ruidos,
y acaricio las estrellas con mis ojos
hasta quedarme…
perdidamente perdido
dentro …
de una luz que no conozco.
Nada tengo,
nada me queda.
Hago círculos en paz
y con mis dedos…
dibujando en propia piel,
para nacerme sin miedos.
Vuelvo del revés…
y son los pies…
los que no tocan mi suelo.
http://losangelesnosmirandurmiendo.blogspot.com.es.