Qué hacer si la emoción te sobrepasa

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Hay momentos, hechos y cosas que ocurren y ante las que sentimos que podemos hacer poco, incluso nada. Sin embargo, tal y como reza el dicho popular, sería un error no hacer nada sólo porque podemos hacer poco, por lo que es nuestra actitud la que puede echarnos un cable. Desde el Coaching, te digo qué se puede hacer cuando la emoción nos sobrepasa.

 

“Situaciones como ésta nos traen la consciencia”, dice Marta Chinchón, experta en Gestión del Estrés y una de las invitadas al maratón virtual de Escuela de Inspiración del pasado 8 de noviembre, a favor de los damnificados por los efectos de la llamada “gota fría” o DANA en Valencia. “Traen la consciencia a la vida en general, haciendo que nos formulemos preguntas como para qué hacemos lo que hacemos, cómo nos sentimos, cómo estamos, qué signos de estrés tenemos o cuáles son nuestras demandas principales”.

“Haz aquello que puedas hacer”, dice Ami Bondía, formadora especializada en Nuevas Habilidades, en el mismo foro en el que, de forma paralela, se facilitó una línea de donaciones para la causa citada; “y, dentro de tu área de control, da la mejor versión de ti mismo”.

“La catástrofe producida por la DANA dejará profundas huellas en todos nosotros, especialmente en las personas que lo han vivido directamente”, se dice en la Guía de ayuda psicológica para niños y adolescentes afectados por la DANA, de la psicóloga Esperanza Dongil; “el sufrimiento provocado por un evento tan desbordante puede afectar la visión del mundo y la confianza básica en el futuro de los más pequeños”.

“Para los niños puede resultar muy estresante cualquier fenómeno producido por la naturaleza, como una tormenta que retumba y produce un apagón o rompe el cristal de una ventana”, se recoge en la guía editada por el Colegio de Psicología de Madrid (COPM) y la Sociedad para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS).

trabajar con niños

Qué puedes hacer por los más pequeños

En la guía se recogen algunas pautas para acompañar a niños y adolescentes:

  • Transmitir calma. Los niños captan el estado emocional de los adultos, por lo que es muy importante que éstos mantengan una actitud tranquila. Aunque estén asustados, el hecho de mostrarse calmados, ayuda a que los niños se sientan más confiados y tranquilos.
  • Explicar lo que sucede utilizando un lenguaje sencillo. Con palabras simples, sin alarmar, evitando detalles innecesarios que puedan asustarlos. Por ejemplo, “ha llovido mucho, mucho y el agua ha llegado a los edificios y las casas, pero ya estamos a salvo”.
  • Validar sus sentimientos. Permitir que expresen sus temores, haciéndoles saber que es normal sentir miedo o estar triste. Por ejemplo, “es normal que tengas miedo, yo a veces también lo tengo; no pasa nada por tenerlo”.
  • Establecer rutinas. Si el contexto y las circunstancias lo permiten, establecer alguna rutina simple, como horarios para comer, jugar o dormir. Las rutinas aportan seguridad y estabilidad emocional a los más pequeños.
  • Crear un espacio a modo de escuela improvisada. Un lugar al que los niños puedan acudir y aprender con actividades como la lectura, el dibujo o el hecho de estar con otros niños. Les ayuda a reducir el estrés y el impacto de la situación que están sufriendo.
  • Favorecer la regulación de las emociones a través del juego y el dibujo Los niños suelen expresar sus emociones, inquietudes y miedos a través del juego y del dibujo. Si han perdido a algún familiar como a su madre, padre o una mascota, pueden reflejar que añoran a la persona fallecida y están llorando su ausencia. Cuando un juego o un dibujo se repite constantemente, nos puede dar indicios de si existe algo que los pueda estar perturbando.
  • Preguntar a los niños y niñas sobre sus dibujos y juegos, mostrando curiosidad y delicadeza. Hacerles preguntas como “¿por qué dibujas una casa en un edificio alto? o ¿por qué has puesto un barco junto a la ventana?” Este tipo de preguntas les puede facilitar la expresión verbal de lo que piensan y sienten.

hazlo por ti

Qué puedes hacer por ti

Si las emociones te desbordan, existen unas pautas que puedes seguir para estar más equilibrado y, partiendo de ti, poder ayudar después a los demás:

  • “Es el salvavidas al que te puedes agarrar”, dice Ami Bondía; “puedes agradecer por la bondad y la empatía que ves en otras personas en estas situaciones”.
  • Soltar y darse tiempo para uno mismo. “Es preciso soltar el barro del alma, sin juicio ni culpa”, dice Bondía.
  • Seguir una estrategia. Para Xanos Rius, experto en Inteligencia Emocional y otro de los intervinientes en el foro de Escuela de Inspiración, “puedes fragmentar la situación, diciéndote que hoy eres capaz de hacer sólo lo que puedes hacer”.

“Dividir esa gran meta, trocearla a corto y a medio plazo paso a paso, aceptando que no puede solucionarse de hoy para mañana”, dice Bondía; “así vas cumpliendo pequeños objetivos hasta la normalidad”.

  • Pregúntate qué es lo que te enfada, lo que te calma y lo que te hace feliz; “el autoconocimiento es algo que la sociedad actual casi no permite”, dice Ami Bondía.
  • Neus Portas, fundadora de Conpermiso, propone el autocuidado para cuidar “calmar la mente y el corazón y sostener”, dijo durante su intervención en la maratón de Escuela de Inspiración. Portas propuso varias herramientas relacionadas con la escritura automática, como escribir una palabra, la que surja, sin buscarle un sentido o una frase, “para permitir que salga la emoción”.

Hacer garabatos también puede ser terapéutico; “no tiene forma ni objetivo concreto y, aunque no sepas dibujar, obtienes el beneficio de la expresión plástica”, dice Porta.

Hacer un collage con imágenes “que te encuentran a ti”; “cuando acompaño en talleres, hay esa parte inconsciente que brota en los momentos en los que no se encuentran las palabras”, dice Neus Porta.

  • Rodéate de personas “pila”. Elige entre tus vecinos y voluntarios aquellas personas que expresen emociones de unión, colaboración y esperanza.
  • Saber pedir ayuda. “Levanta la mano para tomar consciencia, pues así aumentas tu propia capacidad para ayudarte”, dice Xanos Rius.
  • Mejor un abrazo que un consejo. “En estos momentos, la gente afectada por la DANA no está preparada para recibir consejos”, dice Xano Rius; “así que lo mejor es que le des un abrazo o cojas una escoba”.
  • Ya que hablamos de abrazos, hace unas semanas Viviana Hugger, creadora de los abrazadores, presentaba este muñeco terapéutico en el Museo de la Felicidad (MÜF) de Madrid. Se trata de un juguete para todas las edades, en forma de muñeco sin ojos ni boca “porque es un folio en blanco”, dice Hugger.

El poder curativo del abrazador reside en sus largos brazos que se “agarran” a nuestro cuello cuando lo colocamos para ser abrazados, lo que permite sentir emociones tales como el consuelo, la calma, la confianza, la seguridad y la armonía, tan necesarias ante situaciones de soledad y de estrés. Como dice Viviana Hugger, “los adultos de ahora son los niños de antes”.

¡Feliz Ayuda para Ayudar! ¡Feliz Coaching!

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