Pensamientos en red doble de escalera
por un tercero sin ascensor.
Sombras ciegas
y el olor en vacío violándome
en la última de las cenas.
Apago lo absurdo de la memoria
para no recordarme en la misma situación,
dentro de mis lejanos pocos años.
La boca sigue abierta.
De lo que dudo
es de si quiero dejarme masticar…
Total somos piel de medusa
vuelta del revés,
enterrada en la arena al final,
muy cerquita de su mar,
pisadas, devoradas
por enormes y desnudos pies
que no ven por delante
ni esperan lo que viene por detrás.
Lunas en la noche,
sombras ciegas.
Una mirada desde el acantilado
y profunda hacia el cielo nocturno,
en movimiento lejano,
y tan cercano,
sentado con su luz
justo a mi lado.