La calidad del sueño es responsable, en gran medida, de nuestra salud. Y muchas personas afirman sufrir problemas de sueño cada noche, lo que conlleva que su estado de salud no sea el adecuado. Pero con unas pautas sencillas conseguirás dormir bien. Pautas fáciles de llevar a la práctica, el sueño reparador está más cerca.
Según los datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre un 20 % y un 48 % de los adultos experimentan problemas con el sueño en algún momento de sus vidas. Estos trastornos no solo afectan a la calidad de vida, sino que además pueden aumentar el riesgo de sufrir algunas enfermedades. Patologías como la hipertensión y alteraciones en las funciones cognitivas como la memoria y la concentración, están íntimamente relacionadas con la calidad del sueño.
Los expertos reconocen que existen algunos hábitos que no favorecen un sueño de calidad. Por ejemplo, las comidas muy copiosas justo antes de ir a dormir, el uso de aparatos electrónicos antes de dormir, o intentar conciliar el sueño en una habitación con mucho ruido. Y todos coinciden en la necesidad de establecer unas pautas que favorezcan un sueño realmente reparador.
Dormir bien para ganar salud
El experto en productividad y biohacking, Ceo de Productividad Feroz, Miguel Navarro, invita a seguir estas siete pautas para mejorar la calidad del sueño.
1.-Practicar la gratitud. Dedicar unos minutos a escribir tres cosas por la que sientes gratitud. Así se promueve una mentalidad positiva y se disminuye la ansiedad y el estrés.
2.- Revisar el día. Repasar lo más destacado de la jornada, fijándose en los momentos placenteros.
3.- Identificar desafíos. Reconociendo los momentos de dificultad se pueden evaluar las situaciones complicadas, lo que ayuda a desarrollar estrategias para el futuro.
4.- Extraer lecciones. Reflexionar sobre lo aprendido en el día fomenta el crecimiento personal.
5.- Tomar concienca del estado emocional. Comprender qué desencadenó cada emoción y cómo se gestionó, ayuda a desarrollar un mayor autoconomiento.
6.- Desafiar creencias limitantes. Ánalizar las áreas donde se siente estancamiento, identificar cuáles son las creencias que nos limitan y buscar cómo cambiarlas, puede transformar la perspectiva.
7.- Planificar el día siguiente. Establecer tres «mini objetivos» para el día siguiente, lo que facilita comenzarlo con propósito y dirección.
Además, Navarro recomienda incluir en la rutina nocturna la respiración profunda, para conseguir un estado de calma que prpara la mente para el descanso reparador.