El cáncer de colon es el tumor maligno más común en nuestro país. Su incidencia, además, sigue creciendo cada año.
En España se diagnosticarán este año unos 44.294 casos de cáncer colorrectal, una cifra que sigue creciendo (en 2023 se diagnosticaron 42.721 casos). Según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, SEOM, este tipo de cáncer supone el 15 % del total de tumores en nuestro país. A pesar de que los expertos reconocen que, con una detección precoz de la enfermedad, la tasa de supervivencia aumenta hasta el 90 %.
Varios estudios han demostrado que el estilo de vida y la alimentación juegan un papel muy importante en la prevención del cáncer colorrectal. De hecho, el Código Europeo Contra el Cáncer reconoce que, a través de una alimentación saludable, ejercicio físico regular y el mentenimiento de un peso óptimo, se puede reducir un 18 % el riesgo de padecer cáncer.
Estrategias para reducir el riesgo
Cigna Healthcare ha publicado El Cáncer en la empresa II, un docmunto en el que se facilitan diferentes estrategias que ayudarían a reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Estas son las principales medidas:
- Limitar el consumo de alimentos con alto contenido calórico. El consumo excesivo de carnes rojas, alimentos procesados, azúcares y grasas, está asociado con un mayor riesgo de desarrollar este tipo de tumor.
- Movimiento como escudo de prevención. Hacer ejercicio habitual no solo ayuda a mantener un peso saludable, y a evitar el desarrollo de trastornos metabólicos, sino que también se asocia a la prevención del cáncer colorrectal.
- Adiós al tabaco y al alcohol. El tabaquismo causa el 33 % de los cánceres mundiales, y el 22 % de las muertes por tumores. Dejar de fumar y reducir la cantidad de alcohol (no más de tres bebidas alcohólicas por semana), puede reducir el riesgo significativamente.
- Prevención. Es clave en la reducción del riesgo, ya que la detección temprana mejora considerablemente su pronósitico. Es fundamental someterse a programas de cribado para los mayores de 50 años, para detectar pólipos precancerosos en etapas tempranas.