¿Cómo es tu armario? ¿Contiene muchas prendas? ¿Cuántas colocas por percha? ¿Usas toda la ropa que guardas en él? ¿Eres de las personas que compra aprovechando las ofertas? Desde el Coaching te propongo que te preguntes para qué llenas tu armario sin cesar, aunque luego te pongas las mismas prendas de siempre.
El valor de mi armario actual asciende a 600 euros; es el resultado de multiplicar 20 euros (de media) por el total de prendas. Son 30 entre blusas, vestidos, pantalones, jerséis, chaquetas y abrigos. De momento.
El truco me ha valido para darme cuenta del potencial de imagen que tengo en casa y lo he aprendido de la asesora y coach de Imagen Mamen Abad. “Para encontrar tu estilo propio es preciso hacer un viaje hacia tu interior”, dice esta experta, creadora del programa formativo “Logra un armario poderoso”; “pues tu lado más racional puede autoengañarte, haciéndote creer que te gusta un tipo de imagen, aunque no sea así”.
Puede que entonces empieces a gastar dinero en ropa, comprando y comprando sin ningún sentido; “¿Verdad que cuando vas al súper no compras a lo loco? Quizá sigues una lista previa o, en cualquier caso, haces un trabajo previo para coordinar el menú semanal con los productos que precisas para su elaboración”, dice Abad; “pues con la vestimenta ha de pasar lo mismo”.
Las reglas del buen vestir
“Gordita estarás tú, yo no me pongo etiquetas” ha sido la respuesta que la propia Mamen Abad ha dado en alguna ocasión a personas que han juzgado la apariencia de la propia asesora; “encontrar tu imagen cuando no te sientes bien con tu cuerpo es difícil; no obstante, la solución no está, por ejemplo, en adelgazar”; “aunque esto último puede hacerse para estar más saludable y no exclusivamente para mejorar tu imagen de cara al exterior”.
Esta experta propone abandonar las etiquetas, empezando por uno mismo, evitando los juicios y echando a un lado las culpas; “deja de ponerte excusas, ya que no es porque las tallas de las prendas no sean uniformes en todos los establecimientos, ni porque la comida se presente tan atractiva en los anuncios o los lineales de las tiendas”, dice Mamen Abad; “has de tomar las riendas de tu vida, ser el capitán de tu barco sin dar poder a los de afuera, pues es tu responsabilidad”.
La fundadora del Instituto Internacional Imagen Poderosa (IIIP) comparte algunas de las claves del buen vestir y de la mejor imagen para cada uno:
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Propósito. ¿Cuál es tu objetivo? ¿Qué necesitas? ¿Buscas la comodidad, impactar en algún cliente o, simplemente, encontrarte mejor? Tu elección al elegir la forma en la que te arreglas y te vistes ha de tener un sentido. Has de encontrar este equilibrio., alinearte con tus objetivos.
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La imagen representa tu marca personal, es lo que vende, lo que te empodera y te hace mejorar tu autoestima.
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Has de tener un armario que te represente. Calcula el valor de las prendas que guardas en él, escoge aquéllas que más te gusten y busca crear con ellas conjuntos intercambiables.
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Completa tu armario. Rechaza las prendas que no te gusten, o también aquéllas que guardas “por compromiso” (quizá porque te las ha regalado alguien a quien aprecias, aunque “no te ves bien con ellas”). Busca prendas que te sirvan para, al menos, tres looks distintos. Busca ropa que te valga para ponerte en tres situaciones diferentes.
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Crea tu mecanismo para tu imagen de cada día. Cuando tu armario esté ordenado, genera una rutina de arreglo para optimizar tu tiempo.
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La ropa ha de ser elegida por cada uno (preferible evitar que te la regalen) Ha de permitir que seas tú mismo, sin renunciar a quien seas.
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Observa en quién te inspiras, en si esa persona tiene algo que ver contigo; “los influencers son comerciales con la misión de venderte, lo cual es legítimo, aunque nada recomendable para forjar tu propia imagen”, dice Mamen Abad; “si te producen malestar, no los sigas, o deja de hacerlo”.