Las personas con depresión suelen presentar una constante sensación de tristeza y desesperanza, una visión negativa del futuro y una baja autoestima. Además, es habitual que se acompañe de otros síntomas como cambios llamativos en el peso, la alimentación y el sueño. Todos estos síntomas, generan un gran sufrimiento que interfiere con todas las actividades de la vida cotidiana.
La depresión es uno de los trastornos psicológicos más frecuentes en la vejez. Además, es un motivo de preocupación, pues es habitual que, en las personas mayores, los síntomas depresivos pasen desapercibidos o camuflados bajo dolencias de otras enfermedades físicas. Esto dificulta mucho poder detectarla adecuadamente.
Con el fin de poder esclarecer qué sucede realmente cuando una persona se siente deprimida, te ofrecemos cuatro claves para poder reconocerla, cuatro preguntas que te ayudarán a detectarla:
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Fíjate en tu estado de ánimo ¿Qué emociones están más presentes?
Algunas pistas para saber si sufres depresión es la aparición constante de sentimientos de tristeza, sensación de vacío o desesperanza y llanto. O, por otro lado, también puedes experimentar grandes sentimientos de culpa o inutilidad.
No solamente tenemos que fijarnos en la tristeza, pues a veces esta se encuentra camuflada debajo de otras emociones muy intensas, como el enfado o la impotencia. Podrás detectarlo si sufres de grandes estados de irritabilidad, humor cambiante o nerviosismo y ansiedad.
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¿Has perdido el interés y las ganas?
Es muy habitual que las personas con depresión atraviesen una gran pérdida de interés por la mayoría de las actividades cotidianas y por aquellas actividades que anteriormente eran placenteras. Por ejemplo, ¿siempre te gusto cocinar y ahora te ves incapaz de hacerlo?
A veces esta pérdida de ganas la podemos experimentar como una gran sensación de cansancio extremo y falta de energía. Por ejemplo, cuando cambia bruscamente nuestro hábito del sueño y sufrimos insomnio o, por el contrario, dormimos demasiado.
También puedes fijar la atención en tu alimentación, es otra clave para ver si hemos perdido el interés. ¿Has perdido las ganas de comer, incluso esos platos que siempre te han encantado?
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¿Tienes muchas dolencias físicas pero los médicos no encuentran la causa?
Muchas veces, la depresión da la cara a través de fuertes dolores de cabeza, de espalda o de otras partes del cuerpo. Por más que visitas a médicos y te haces pruebas no encuentran un motivo a tu dolencia. Muchas veces, cuando nuestra salud mental no esta al 100% afecta a nuestro organismo, y el dolor emocional duele, literalmente, en el cuerpo.
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¿Últimamente piensas de manera exagerada en el fin de la vida?
Las personas con depresión suelen tener pensamientos frecuentes en todo lo relativo a la muerte. Desde ideas relacionadas con el suicidio, deseos frecuentes de que el final de la vida llegue, expresión reiterada del deseo de irse o miedo exagerado a morir.
Pequeños actos que pueden prevenir la depresión:
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Ejercicio físico:
A las personas con depresión no les suele apetecer estar activas. Pero, de todos modos, “oblígate” a hacerlo. Pasear o estirar todos los días es una actividad muy gratificante. Tu cerebro activará las regiones encargadas del placer y el bienestar y mejorará la sensación de tristeza y desánimo.
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Cuida tu alimentación:
Muchas personas que tienen depresión pierden las ganas de comer, mientras que a otras les inunda la necesidad de comer demasiado. Es por ello por lo que recuperar una nutrición equilibrada puede ayudarnos, ya que influye directamente en el estado de ánimo y el nivel de energía. Adquiere una dieta equilibrada y sigue un horario de comidas regular.
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Desarrolla tu creatividad:
Un buen modo de recuperar la iniciativa y las ganas es ejercitar la imaginación (pintando, cosiendo, escribiendo, etc.) Crecer en esa habilidad te ayudará a experimentar emociones positivas.
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Exprésate:
La depresión altera los pensamientos convirtiéndolos en negativos y catastrofistas. Encuentra personas a las que poder expresar dichos pensamientos y que puedan ofrecerte una perspectiva diferente. Desahógate y libera tus emociones. La terapia psicológica es un buen espacio en el que poder superar esta situación. Recuerda, la depresión puede y debe ser atendida.
Elena Donate Rodríguez. Psicóloga General Sanitaria y especialista en personas mayores, del Instituto Psicológico Cláritas.