Los Programas Universitarios de Mayores (PUM) han venido jugando un papel muy importante desde su creación, como herramienta eficaz y favorable para el Envejecimiento Activo, considerando al mayor universitario no solo como beneficiario, sino como agente activo, partícipe y protagonista del desarrollo social, cultural y científico de la sociedad en la que convive.
En estas dos últimas décadas y bajo diversas denominaciones, los Programas Universitarios para Personas Mayores – PUM – han crecido de forma notable por toda la geografía española, siendo varias las razones de índole social, demográfica, educativa y económica, así como por la sensibilización de los organismos responsables del bienestar social – IMSERSO – y de las Universidades que han facilitado estos proyectos, siendo motor económico, cultural y social que prepare a una sociedad con un alto porcentaje de personas mayores.
Los Programas Universitarios para Mayores han de buscar un equilibrio armónico entre su altura científica y las necesidades específicas para conseguir su integración plena en la estructura universitaria promoviendo los tres pilares básicos del quehacer universitario: enseñanza, participación de los mayores en la sociedad e investigación.
Punta de lanza del cambio de la Universidad, que permitirá crear espacios compartidos con alumnos jóvenes, facilitando el camino en busca de una Universidad Intergeneracional.
Es pues de vital importancia desarrollar estudios que analicen las expectativas de la educación en un contexto tan específico, como es el de los PROGRAMAS UNIVERSITARIOS DE MAYORES, así como valorar las metodologías docentes y recursos didácticos empleados, ante el doble enfoque de la educación, bien para el reciclaje o compensación del déficit, o para la educación permanente al servicio de “activismo”.
Cuando los mayores sean UNIVERSITARIOS por Ley, tendrán los mismos derechos y ayudas que los demás alumnos, participando en decisiones, dentro de los Órganos Rectores de la Universidad -Consejos Sociales- en aquellos temas que les interesa como el diseño de los Programas Universitarios de Mayores en consonancia con las necesidades y demandas.
Terminamos poniendo de manifiesto que estamos en el inicio de un camino largo, pero de cuyos resultados podemos esperar una auténtica “revolución cultural” en un colectivo que viene caracterizado por la heterogeneidad. Los mayores capaces de protagonizar un nuevo perfil de envejecimiento, será la generación nacida en la década de los años 60 del siglo XX con un nivel que permite que se impliquen en la sociedad desde el punto de vista de la reflexión y la crítica.
Alejandro Otero Dávila.
Vicepresidente y Responsable de Comunicación de la Confederación Estatal de Asociaciones y Federaciones de Alumnos y Exalumnos de los Programas Universitarios de Mayores, CAUMAS. www.caumas.org.